miércoles, mayo 11, 2005

Harta calaca

"Una tenaz voluntad de oscurantismo recorre México. Lo presentí desde que vi a un antropólogo poniéndole con toda seriedad un altar a los "muertitos": signo ominoso, quemarle copal a la ciencia. La abundante kermés de la superchería, retardataria, intimidante, agrega su voz destemplada al coro del caos nacional".

"Poco lo ilustra tanto como esta reciente estupidez de la "santa muerte", advocación hechiza de una iglesilla de paspartú que se hace llamar la "Iglesia Católica Tradicional MEX-USA".

"¿De dónde pudo haberle venido a este "culto" una ocurrencia tal? Canonizar a la muerte rebasa el margen, tan elástico, de la risa. ¿Cómo puede ser "santo" un fenómeno? Es como creer en la santa embolia o el santo tsunami".

"La calaca, que en otras partes sirve para identificar substancias venenosas o cables de alta tensión, aquí es la encargada --según esta iglesia-- de proteger a los niños".

"De no ser indicio de riesgosas inestabilidades en el disco duro patrio, esto de la "santa muerte" podría prestarse al rápido trámite de la risa o la sociología amateur".

"Inquieta la inminente consagración como "uso y costumbre" de esta escatología repugnante. El culto recluta cretinos cotidianamente. Palpita ya a la sombra de los asesinatos de mujeres en Juárez, de secuestros de niños y linchamientos de policías. Tener una "abogada" ante el más allá potencia su apogeo. Temo que esta iglesia de pobres diablos no tarde en exigir a sus fieles, para demostrar su fervor, la aportación de calacas frescas".



Fragmentos de Guillermo Sheridan, "Harta calaca", en Letras Libres, núm.77, año VII, mayo de 2005, p. 60.