martes, septiembre 23, 2003

Asfixia burocracia a la música.- Bátiz


El director de orquesta afirma que en este ámbito, 'secuestrado por la imbecilidad', la gente endilga los defectos propios a los demás

Antes de emprender sus dos giras artísticas más trascendentes del año, una por seis ciudades de Europa dirigiendo a la Orquesta Sinfónica del Estado de México (OSEM) y otra por nueve urbes de México como director huésped de la Royal Philharmonic Orchestra, el director y pianista Enrique Bátiz Campbell afirma que la música y el arte en el País están "secuestrados por la imbecilidad".


"El ámbito de la música de concierto está tomado por una burocracia asfixiante y en él la gente es muy afecta a endilgar los defectos propios a los demás", agrega el músico nacido en la Ciudad de México en 1942, quien acepta ser, "para bien o para mal", displicente y retador porque no tolera que las cosas se hagan mal.

"Me considero respetado por la crítica musical. Siempre he sabido ser amigo, pero cuando se necesita también sé contestar y defenderme", señala en entrevista antes de emprender las giras agendadas para septiembre y octubre.

Tras la cancelación del concierto de despedida de la OSEM en el Palacio de Bellas Artes, por falta de tiempo para la promoción, lo que "auguraba un fracaso", la orquesta mexiquense se presentará mañana en su sede, la Sala Felipe Villanueva de Toluca, con Noches en los jardines de España de Manuel de Falla y el Concierto para violín de Rodolfo Halffter, a las 19:30 horas.

Realizar con éxito su primera gira internacional el año pasado para asistir durante cinco días al Festival de Música de Schleswig-Holstein permitió a la OSEM organizar una nueva visita a Europa, gracias a las invitaciones recibidas para presentarse en importantes salas de concierto, afirma Bátiz.

La gira comienza el 27 de septiembre en España, en la Sala Príncipe de Asturias de Oviedo; prosigue el día 29 en el Teatro Principal de Burgos y el 30 en el Auditorio Nacional de Madrid, sede de la Sinfónica Nacional de España. El 1 de octubre ofrecerán un concierto en la Sala de la Filarmónica Nacional de Polonia, en Varsovia; el 3 en la Rosengartenhalle de Mannheim y concluye el 5 en la famosa Sala Mogador de París.

La gira por México al frente de la Royal Philharmonic Orchestra prosigue las "aventuras londinenses" que Bátiz comenzó en 1979, tiempo en el que ha logrado entablar buena comunicación con la orquesta fundada por Sir Thomas Beecham en 1946, "famosa por su calidad y su capacidad para tocar el más variado repertorio", indica.

Aunque estar ante músicos que forman parte de una tradición orquestal originada desde Georg Friedrich Handel hace importantes aportaciones al desarrollo profesional, advierte Bátiz, no encuentra diferencias tan grandes entre las orquestas de distintos países europeos. "En todo caso, las orquestas británicas tienen la ventaja de su enorme disciplina. Pero en general yo más bien hago la distinción entre músicos de mayor y de menor talento", añade.

La gira, que surgió a partir de la visita que la orquesta londinense planeó para el Festival Internacional Cervantino, incluye presentaciones en el Auditorio Luis Elizondo de Monterrey el 14 de octubre, el Teatro Reforma de Matamoros el 15, el Auditorio Amalia de Castillo de Ciudad Victoria el 16, el Teatro Metropolitano de Tampico el 17, el Teatro Juárez de Guanajuato el 18, el Auditorio Nacional el 20 y el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México el 21 y la Catedral de Toluca el 23.

El trabajo de logística para armar dicha gira fue rápido y considerablemente fácil, apunta Bátiz, porque tanto el Cervantino como cualquier otra institución cultural de similares características está siempre dispuesta a abrirle las puertas a una de las mejores orquestas del mundo.

"No debemos olvidar que en 1950 fue la Royal Philharmonic la que hizo la gira más extensa de Estados Unidos que ninguna orquesta inglesa había hecho desde 1912".

Bátiz, quien recientemente retomó su carrera como concertista de piano y acaba de recibir elogiosas críticas en el Festival de Taormina, en Italia, asegura que durante las décadas que abandonó esta actividad para convertirse en director de orquesta ganó mucho y dejó de perder el tiempo, pues quien estudia todo el tiempo, más que un pianista, le parece un maniático.

"Estoy convencido de que muchos pianistas pierden su tiempo estudiando. Tienen una especie de pianitis que yo olvidé al dedicarme a la orquesta. A todo pianista que maneja la sonoridad orquestaI se le abre un mundo. No es posible tocar una sinfonía en el piano, porque aunque se oigan las notas se ha perdido la verdadera sonoridad. Creo que mi receso en el teclado me permitió superar la pianitis".

Para Bátiz, el estado ideal de dos personas que quieren formar una pareja es el de una identificación absoluta en el amor y el entendimiento, fenómeno que debe darse entre una orquesta y su director, lo que considera que le ocurre con la OSEM, fundada por él en 1971.

"La orquesta respeta a su director y el director respeta musicalmente a sus integrantes, aunque a veces se dirija a ellos con metáforas. Tengo fama de grosero, pero mis buenos amigos, los poetas Jaime Sabines y Renato Leduc, eran mucho más mal hablados que yo y tampoco eran groseros. Yo me dirijo a la orquesta en metáforas, porque en realidad no quiero insultarla", finaliza.










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Fecha de Publicación: 22-Sep-03