jueves, marzo 04, 2004

En efecto, ¡perdón madrecita por nuestra vida burocrática! (aquí agréguense varias señas raras hechas con dedos y brazos tatuados de rencor y frases tipo "Yo chupé con Pancho Cachondo").

Desde la Zara Salmaruchan (Milenio Semanal dixit) A.G. 48, se entona esta frase célebre en tiempos en que la función pública está más que desprestigiada y los cañonazos, sonaron los cañonazos, de arriba de 100 mil están a la orden del día.

A veces me pregunto, ¿qué habremos hecho para merecer esto?

Por lo pronto, sentémenos en nuestro sillón favorito y disfrutemos de lo que venga de esta nuestra vida burocrática, cada día más parecida a la redacción de un texto de la Revista Oooooórale! o del TV Notas...