miércoles, noviembre 24, 2004

¿Qué sucede en este país?

Ayer, una de las más negras noches de que se tenga memoria. Dos agentes de la PFP detenidos, golpeados, amarrados y, finalmente, quemados por gente vecina de San Juan Ixtayopan. Uno más, afortunadamente, se ha salvado. Antes, por la tarde, un empresario asesinado en la Condesa. Y así, otros casos que muestran la decadencia de un país que hace apenas unos años tenía grandes esperanzas por haber arribado a estadios democráticos nunca antes vistos.

Sin embargo, hoy predominan la angustia, la inseguridad, el odio hacia los otros. ¿Por qué? Básicamente porque no hay una autoridad clara, porque hay una sensación de impunidad que rodea a cualquiera. La gente, los políticos, los delincuentes, la mayoría hacen lo que hacen porque saben que no les va a pasar nada si corrompen ciertos comportamientos. Los neo-fuenteovejunas hicieron todo el ritual de anoche, primero, por su condición de marabunta agresiva y anónima, pero segundo, y más importante, porque están ciertos de que no habrá ninguna represalia a quien o quienes hayan iniciado, fomentado y exacerbado la detención de estos tipos.

Es claro que también hay otros factores, por ejemplo, el hecho de una venganza guardada hacia todas las actitudes autoritarias y verticales de las policías, incluyendo la PFP, la Preventiva y demás. Pero volvemos al punto. Los cuerpos de seguridad pueden cometer excesos porque también saben que, en una gran parte de los casos, nadie, nadie, nunca les va a poder probar algo y mucho menos exigirles cuentas. Ahí se cierra el círculo. En este país todos pueden hacer lo que se les hinche porque nadie después es responsable de sus actos.

En fin. Esperaremos a ver qué sucede con este lamentable acontecimiento.