martes, abril 19, 2005

Habemus Papa o Heil Papa

Hace unos minutos se anunció que el hasta ahora cardenal y hombre fuerte del Vaticano, Ratzingler, es el nuevo Papa Benedicto XVI (supongo que en este lapso se habrán creado cientos de blogs sobre el tema)

De lo que estamos ciertos es de que se trata de una continuación del ejercicio del poder de facto que desde los últimos días de vida de Juan Pablo venía ejerciendo, en un cargo que hasta hace pocos años llevaba por nombre Inquisición y ahora es algo así como buró de la doctrina de la fé.

Quiéranlo o no, se trata de un asunto burocrático, de la elección de un dirigente político (en una democracia a la griega como con 2500 años de retraso). La fe queda como punto secundario, es cuestión de geopolítica, no hiban a elegir a un Papa liberal o latinoamericano, el pequeño grupo que detenta el poder vaticano seguirá a la cabeza negándose a abrirse a discutir temas como el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, la pederastía.

El Nuevo Papa continuará una política conservadora, Juan Pablo era moderno sólo en el sentido de utilizar los medios masivos de comunicación para proyectarse, pero en el fondo sus creencias eran conservadoras, muchas veces marcadas por el mundo de la Guerra fría en que vivió, si no vean su posición en latinoamérica, donde convivió con Pinochet, pero rechazó dialogar con obispos brasileños o con guerrilleros centroamericanos.

Cómo me gustaría tener la inocencia de hace veincinco años, cuando ignoraba todas estas cosas y me impactó la elección del Papa. Ahora ni siquiera puedo mantener la fe en que los Pumas lleguen a la liguilla y consigan el tricampeonato. Los hechos me abruman.