jueves, julio 28, 2005

Gallinas tercermundistas

Lo que faltaba, ahora con ayuda del árbitro las malditas gallinas se van a llenar el pico de decir que son campion de camapiones (como dirán sus analfabetos seguidores).

No me extraña, pero no deja de molestarme ver nuevamente una decisión polémica del arbitraje mexicano, los jilgueros de televisa se llenaban también la boca de decir que su equipo era digno campeón, pero no se atrevieron a repetir la jugada en la que anularon el gol puma.

Diríamos que sólo se trata de un partido sin trascendencia, el propio trofeo es de proporciones insignificantes y tratan de revivir una tradición olvidada (es apenas el segundo trofeo que se disputa desde que se instauraron los torneos cortos); pero siempre tiene algún significado ganarle a las gallinas.

Eso no es lo realmente grave, lo que sí es preocupante es que este deporte es el representativo de nuestro país y como se dice, pues esta actividad es en varios aspectos un reflejo de nuestra sociedad.

Lo que quiero decir es que las decisiones polémicas, las resoluciones controvertidas, los juicios subjetivos, las reglas a la medida del cliente son una práctica cada día más común. No es desproporción (porque la mayoría estamos en el mismo papel espectante, en la misma calidad de observadores sin menor influencia) comparar estas injusticias con resoluciones de otras autoridades en casos más trascendentes. Igual vemos y en muchas ocasiones nos quedamos confundidos, que un delincuente a la vuelta de los años ya no lo es y se le libera; que al delincuente de fama pública se le da trato distinguido y hasta es considerado benefactor social; que al ciudadano común que paga sus impuestos si comete un error digamos administrativo, es perseguido por hacienda y hasta encarcelado. en fin que el mundo y sus valores están del revés.

Esto tampoco sería grave del todo si no tuviera repercusiones en nuestra percepción de qué es lo justo, o de cuales valores debemos respetar, ya sabemos que ahora los niños no quieren ser médicos, abogados o bomberos (par morirse de hambre) ahora quieren ser pistoleros, narcos, banqueros o políticos.

Hoy, comentando el ingrato partido, dos compañeros me decían, uno que su hermanita de trece años, puma de corazón, al final del partido dobló la antena del radio que tenía en sus manos, como muestra de su enojo, otra compañera decía que su hermanito de dies años lloró al final del partido y decía que quería matar al árbitro, con verdadera rabia, le costó trabajo tranquilizarlo y decirle que no era para tanto.

Eso sí realmente me preocupa, porque a algunos pocos nos queda la capacidad de discernimiento, pero cada vez hay más personas decepcionadas que pueden darle una dimención desproporcionada a decisiones controvertidas.

Sólo es un partido, pero diremos igual cuando sólo se trate de una elección, de un rebase en gastos de campaña o de una pequeña diferencia ideológica.

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Y televisa se ha convertido en el gran hermano, como el programa que patrocina.