lunes, marzo 12, 2007

Lunes otra vez

Se supone que los fines de semana son para que la gente descanse y llegue a sus labores cotidianas con ánimos renovados. Se supone. Los lunes son el momento en que más se añora tener un momento para el solaz. Regularmente los fines de semana se pone a prueba la capacidad del cuerpo humano para soportar y para ir cuesta arriba. Por alguna extraña razón uno se levanta más temprano, uno intenta hacer más cosas y uno lleva la resistencia a niveles insospechados. ¿El saldo? Lunes totalmente agotados y con remordimientos internos, lo cual no sólo se nota en la capacidad física sino en el estado de ánimo.

Y luego cuando llegas a una oficina y vuelves a ver las mismas caras de siempre, peor. Los mismos gestos, la misma escoria, la misma decadencia del género humano. Algo tiene que hacerse pronto.