Un diez de mayo más

Sí y no.

Ya saben, las felicitaciones, los regalos, los reustarantes abarrotados, las tiendas con venta nocturna desde ahora, los hijos cursis preparando la serenata para la madrugada, las madres cursis esperando su serenata, las mismas escenas en la Villa con cobertura nacional, los regalos de siempre, planchas, licuadoras, ollas express, televisones, para que las cabecitas blancas loren de emoción. Las canciones de Juan Gabriel para las madres que ya no nos acompañan.

También los desayunos y comidas en los centros de trabajo, las madres que no laborarán mañana por que son madres, los sorteos, las rifas, los festivales, los convivios en las escuelas, el trabajo manual que la misma mamá pagó y ahora finje es sorpresa. Todo con motivo del día de las madres.

Esta fecha entre fiesta cívica, social y religiosa divide en dos esta semana, claro que después de la fiesta de mañana pocos se animarán a regresar el viernes a laborar, o sea que estamos a la puerta de otro puentecito, para no variar la costumbre en este mayo floral.

Y tambien un poco diferente, por lo menos en lo personal, estoy por acá en tierras lejanas y también lejos de los festivales y los convivios y las felicitaciones, salvo una llamada, tal vez un mensaje y ya el regalo será para otra ocasión y mejor, tal vez para otro mes.

¡Algún día pòdremos hacer menos alharaca con esto de las madres y su día?