lunes, enero 12, 2009

2009

Lentamente, paulatina y cansadamente iniciamos este 2009, con poco que festejar a su inicio. Generalmente como que cada año al iniciar nos sentimos con el ímpetu de lo novedoso, es clásica la frase "año nuevo vida nueva".

Sin embargo este 2009 inició ya viejo, la crisis que ya sabíamos que venía, la guerra desigual entre el Estado de Israel y los palestinos, la ausencia de Estados Unidos como líder mundial al estar ensimismado en su propia recesión y problemas internos. Todos sabemos que este año no será de bonanza y esperamos que la tragedia sea menor, nadie con un poco de conciencia tiene espectativas positivas.

Así nos dirigimos a nuestros respectivos trabajos con el temor de que al llegar nos notifiquen que a partir de ese día ya no laboramos ahí, o peor, como en el caso de los que lamentablemente trabajan en el gobierno del D. F., que a partir de ese día se nos congela o recorta el salario.

Habrá los mismos personajes a los cuales la crisis les hace los mandados, para los cuales estos momentos les parece "espacios de oportunidades" o "retos" y demás jaladas que nos reventarán los motivadores.

Nada, así empezamos este año, sólo nos restaría contar, como diría en una canción Joaquin Sabina, con más de cien mentiras que valen la pena.

El panorama no es tan negro, siempre queda un rayo de esperanza, real o ficticia: de ganarnos el melate o la loteria, de terminar ese ansiado proyecto, mejorar nuestros ingresos, conseguir a la mujer u hombre de tus sueños, tener hijos o cerciorarse de no tenerlo si no se deseaba.

Una cosa si es segura, este 2009 puede ser mejor que el 2010.