miércoles, septiembre 16, 2009

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El asueto patriótico. Una fecha que cada vez me da más flojera. Una supuesta reunión familiar en torno a..., a..., ¿a qué?, ¿al país?, ajá, claro.

John Lee Hocker suena en las bocinas del iMac. Perfecto para una noche como ésta: un domingo en miércoles del noveno mes del noveno año. It serves you right to suffer.

Ayer al presidente Calderón parecía que el país se le escabullía entre el esófago y la lengua cada vez que daba un grito más desde el balcón del Nacional Palacio. Vaya cuestión ésa la de dirigir a México. A mí, como ya he dicho en otras ocasiones aquí mismo, jamás me interesaría ser el titular del Ejecutivo Federal. ¿Para qué? Puras cosas ingratas del pueblo mexicano se lleva uno ocupando dicho encargo. Y más ahora que estamos al borde del precipicio. Todo apunta en contra nuestra: el 2010 y los millares de locos lunáticos que quieren que en esa fecha se repita nuestra cita con la historia a través del multicitadísimo "estallido social", y también el 2012 de los mayas que, aunque también eran centroamericanos, sus profecías parecen estar perfectamente diseñadas para la Patria del Altiplano. Ya quisiera ver a todos esos que ya se relamen los bigotes esperando el Bicentenario/Centenario tener los cojones suficientes para coger el fusil y lanzarse a la trinchera.

Hace un ratito veía en la televisión el partido que Pumas fue a jugar hasta uno de los bastiones de Su Majestad, Trinidad y Tobago, por una fecha más de ese torneo del subdesarrollo que emula a la Liga de Campeones de Europa. UNAM versus W Connections. Imagínense nada más. Ochenta y tantos minutos de abulia y cerrazón, los cuales fueron retribuidos con cinco vibrantes antes del final del encuentro. Afortunadamente los universitarios se han traído un empate con sabor a victoria. Lo más destacable de todo esto ha sido, sin duda, la afición azul y oro que se ha desplazado hasta esa isla. En verdad, mis respetos. Además, colgaron las mantas del Orgullo Azul y Oro, Ecatepec, Mi amor dorado Tlatelolco y demás justo enfrente de las cámaras de ESPN. Y luego andan diciendo que los forofos del norte son la mejor afición del país..., ¡patrañas!

Volviendo al tema de la política nacional, ayer que veía al ministro Carstens subir a la tribuna de San Lázaro a comparecer frente a los diputados federales me decía, bueno, la hipocresía de esta gente no tiene llenadera. Me refiero a que, por ejemplo, los legisladores de la oposición sí pueden hacer escarnio de la figura, del peso, del modo de hablar y hasta de la manera de equivocarse del dirigente de la hacienda pública nacional al realizar el juramento de decir verdad en sus declaraciones. Karstenstein, pitcher fallido, gordo, entre otros bonitos apelativos le dirigen a este hombre inteligente, que bien pudo haberse quedado en su oficina del FMI y no venir a la SHCP. Ah, pero no les digan nada a los de la oposición o a los chicos de la prensa porque comienzan los lloriqueos y las rasgaduras de vestiduras. En México, después de ser cuidador de zoo, la profesión más ingrata es la que tiene algo que ver con la política.

Bueno, si esta anotación comenzó con John Lee Hocker terminará ahora con Joy Division (estricto orden alfabético del iTunes). Por cierto, en lo que llevo de uso del iMac me ha parecido bastante decente. Quizás me esté aún acostumbrando al tamañote de la pantalla de 24' y a algunas aplicaciones propias de Apple, pero todo bien. Digo, además tiene que ir bien ante el desembolso que nos ha representado en estos tiempos ingratos de crisis económica, social, cultural, de valores y etcétera.

El punto semi-gótico de La División de la Alegría es ideal para cerrar esta anotación. ¿Qué pasará cuando me den ganas de decir estupideces aquí y me encuentre con la noticia de que ya no hay tal? Es posible que enloquezca. Pero aún así no habrá marcha atrás. No habrá segunda parte.

Por lo pronto, una jornada más se termina.

Adelante.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

No sé cómo fue que agregué tu blog a mis favoritos…

En días como hoy me entretengo en esta clase de blogs mientras mis neuronas buscan entretenimiento en objetos por completo digeribles.

Paradójicamente, pese a la comodidad de mi ordenador desde la cama y que la crisis económica aparece en mi vida cotidiana como la desgracia de los otros, yo sí espero con ansia un estallido social que sea lomenosviolentoposible. Quizá porque en los últimos días he regresado al gran texto de Galeano en que al inicar el libro asoma la frase “hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez..”; quizá también porque ahora mismo hago un cálculo absurdo ¿en qué me hubiese gastado el importe que tendré que pagar por el pago de tenencia vehicular?...

septiembre 17, 2009 2:56 a.m.  
Blogger Los Burócratas del Ritmo said...

Gracias anónimo.

Si alguien nos ha considerado para estar entre sus favoritos ha valido la pena.

M.

septiembre 17, 2009 10:16 a.m.  

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2 comentarios

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