viernes, julio 02, 2004

¿Que vamos a festejar?

¿El cumpleaños? ¿El tercer aniversario de la pareja presidencial? ¿Los cuatro años de democracia? y además es viernes de quincena, tenemos suficientes razones para ser felices.

A propósito, Lorenzo Meyer refiere en su colaboración de ayer en Reforma, la poca importancia que representó para Clinton la llegada de Fox a la presidencia (según su, a mi parecer pedante, autobiografia recien publicada). Y según la misma lectura para el expresidente estadounidense México era ya una democracia antes del 2000, además acusa su simpatía a Zedillo, cosa que me es dificil creer.

Pero los buenos demócratas tendrán que lanzarse hoy espontaneamente a las calles como hace cuatro años, porque como dijo el General Secretario de la Defensa Nacional, le debemos lealtad querrámoslo o no a la presidencia, a las instituciones de la República.