R.I.P.

Aunque técnicamente ya no lo era, Adolfo Aguilar Zinser, simpre fue un compañero burócrata, que como todos tuvo aciertos y errores.

Así es la vida, en un momento la tenemos y en otro se nos va.

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Frecuento también esa carretera y se me hace peligrosa a partir de la salida después de la pera.

Ahora lo velan en la casa familiar en Francisco Sosa en Coyoacán, también frecuento esa calle, desconozco las razones por las que desde hace años esa casa es custodiada por soldados, también está muy cerca de la casa de los Salinas, o debo decir de la señora Oceli y cerca del célebre callejón del aguacate. En este caso su cuerpo no será velado en el polularizado Gayoso o en la nueva casa de moda García López, hasta en eso hay clases.