martes, mayo 09, 2006

Alerta naranja

Hace unos días desmantelaron unas de las áreas de la oficina. Uso la voz pasiva para referirme al hecho. "Desmantelaron". Es decir, me refiero a "alguien" que existe, pero no sé bien a bien quién es. Sospecho de algunos, por supuesto. Pero, ¿estoy del todo seguro? Hasta ahora, no.

El punto es que tres despidos fulminantes no traen otra cosa que mala vibra a este lugar. Y se presume de un cuarto en la lista. Este supuesto se corrobora --en parte-- por el hecho de que el señalado ya no ha aparecido por estos rumbos desde hace varios días.

Vaya cosa.

En estos momentos bien puede aplicarse una de las máximas de la política: el ganador no es quien tiene más aciertos, sino el que se equivoca menos.

Parte de la emoción de laborar para el sector público.