El Día de la Independencia

Hace unos años, durante la proyección de esa película norteamericana en el Centro Cultural Acatlán, ubicado en la entonces ENEP de Santa Cruz Acatlán, Edo. de Méx., lugar donde cursé la licenciatura, al final del filme todos los universitarios ahí reunidos acabaron aplaudiendo la supuesta victoria de la humanidad --es decir, de los gringos-- contra las malignas fuerzas allende el cosmos que tenían entre sus planes nuestro exterminio.

También recuerdo que cuando dieron Romeo y Julieta en su versión chilanga, todas las chicas suspiraban o francamente gritaban cuando aparecía Leonardo Di Caprio en la pantalla. La sala cultural del campus universitario se convirtió --en efecto-- en una mega sala, pero de la casa de alguna de estas jóvenes de los años noventa. Pero esa es otra historia. La de hoy es la del día en la que los humanos supuestamente nos salvamos como especie y, por lo tanto, celebramos nuestra Independencia de manera muy curiosa la misma fecha en que la conmemoran los habitantes de Estados Unidos.