viernes, septiembre 28, 2007

Viernes lluvioso

El post del viernes es un refrito de mí mismo (o reciclaje, para que no se escuche tan fuerte). Se trata de la columna semanal para el diario del pueblo poblano, situado exactamente en el paso del nuevo huracán Lorenzo.

Aquí va.



Instantáneas de septiembre


¿Quién? (se creen)

El ex presidente Vicente Fox sigue dando de qué hablar (su segunda esposa aún le llama “presidente”, por cierto). La última ha sido su aparición en la revista de sociales Quién, junto a Marta Sahagún, mostrando las remozadas instalaciones de su rancho en San Cristóbal, Guanajuato. Ahí ha hecho ostentación de lo que el sexenio que él dirigió al país le ha dejado en términos de bonanza económica. Nueva posición, nueva vida.

Por supuesto, la función que realizó como titular del Poder Ejecutivo merece una recompensa. No necesariamente por los méritos que haya tenido, sino por el simple hecho de que ser el presidente también es un trabajo. Claro, no es una labor común y corriente, pero no deja de pertenecer a una nómina. Entonces, el desempeñarlo implica que las cuentas bancarias muestren algún impacto positivo.

El dinero que ha ganado lo puede invertir en lo que quiera. Tal y como sucede con usted lector o conmigo. Así, Fox bien pudo haber decidido comprar una flotilla de camiones, montar una taberna o… remodelar su vivienda. El punto es que, al parecer, la virtud y la mesura siguen siendo su lado flaco.

Una regla no escrita para los ex presidentes mexicanos ha sido la discreción, sobre todo en la vida política. En un artículo reciente el Dr. Mauricio Merino lo definía con claridad: desde Lázaro Cárdenas se ha hecho implícito un pacto de alejamiento para esta clase de personas. El último intento de seguir en la palestra lo encarnó Carlos Salinas, quien apareció en una humilde casa de Agualeguas, NL., ataviado con chaqueta de piel y bebiendo agua Evian, mientras trataba de demostrar a la opinión pública que se encontraba en huelga de hambre. Los resultados de esa acción son conocidos por todos.

Quizás Fox no está buscando influir en la dirección del Estado (algo que tampoco realizó con eficiencia durante su mandato), pero lo que sí está logrando –y con creces—es abrir frentes de conflicto a la actual administración, innecesarios y gratuitos la mayoría de ellos. Más allá de las sospechas sobre el enriquecimiento de los Fox Sahagún, lo que ha generado controversia es ese afán protagónico que los ha llevado a exhibirse en dicha publicación. Una especie de ofensa por el gusto de nuevo rico de provincia frente a la pobreza generalizada del país.

Por algo Platón, hace más de 2 mil años, recomendaba que el ejercicio de gobierno recayera sólo en los sabios y en los filósofos.

El Rector

Se acerca el tiempo de renovación en la Universidad Nacional. Pronto la comunidad universitaria deberá elegir al nuevo Rector, aquel que sustituirá al Dr. Juan Ramón de la Fuente.

En mi opinión, la gestión de este último ha sido notable. Tomó a la Universidad en uno de sus peores momentos (después de la huelga de 1999) y la ha conducido a mejores estadios. Hoy está situada entre las 100 mejores del orbe y su imagen negativa poco a poco ha ido quedando atrás. Hace una semana Ciudad Universitaria ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

El hecho de haber podido desactivar un conflicto político de las dimensiones del paro no ha sido poca cosa. Gobernar un ente como la Universidad es casi como llevar las riendas de un pequeño país. El capital político que le ha redituado lo anterior al Rector es considerable. Tanto, que varios candidatos presidenciales en 2006 estuvieron disputando su fichaje dentro de sus equipos.

Ahora, al final de su administración, la pregunta que queda es, ¿qué hará de la Fuente después de la Universidad? No exageraría si afirmo que es uno de los personajes con mayor legitimidad en el país en este momento. Sin embargo, la duda más fuerte es, ¿quién ocupará su lugar en Rectoría? Suenan algunos nombres, pero aún no hay nada seguro.

Espero, por el bien de mi Universidad, que el que venga llene con creces los zapatos de de la Fuente.

Lluvias y más lluvias

Al momento de escribir estas líneas leo en los diarios estatales y nacionales que las precipitaciones más recientes en la Sierra Norte de Puebla por el paso del huracán Lorenzo ya han cobrado la vida de tres personas en el municipio de Chiconcuautla. Una situación lamentable que nos lleva a una consideración: el trabajo que tiene que realizarse en el futuro debe enfocarse en la prevención.

En efecto, los servicios de atención a contingencias naturales han mostrado su eficacia. Sin embargo, el punto debe atacarse desde la raíz, es decir las autoridades locales deberán reubicar a las personas que se encuentran en situación de riesgo para, de esta forma, no estar atendiendo sólo emergencias en cada nueva temporada de lluvias, las cuales, por cierto, son más intensas conforme pasan los años.