jueves, septiembre 04, 2008

Archivo de casos reales

Algo de lo bueno que tienen estas instalaciones ochenteras es que, cuando me siento cansado o fastidiado o harto, sólo tengo que cerrar la puerta para aislarme del planeta. Igual y hasta puedo dormitar unos minutos o simplemente me desconecto de los demás. Eso está bien. En el Ministerio siempre estabas a la vista de todos, lo cual, obviamente, limitaba tu capacidad para ejercer esas otras actividades propias de la raza humana, por ejemplo, flojonear o mirar el techo.

Hoy habrá partido en el Olímpico Universitario. Uno de esos chafitas contra algún dizque equipo de la Concacaf. Pumas versus Harbour View. Válgame Dios. Creo que hasta el representativo de la UPIICSA --o como se escriba-- sería un mejor rival. En fin. Lo único bueno es que el encuentro no será transmitido ni por Televisa ni por Televisión Azteca ni por Fox Sports, sino por ESPN 2. Por lo tanto, será el regreso de José Ramón Fernández al campo sagrado de Ciudad Universitaria después de haber sido sacado a la brava allá en el ahora ya lejano 1997.

Aparcar en este campus universitario cada vez se convierte en peor pesadilla. ¿De dónde aparecerán tantos coches en la supuesta universidad pública mexica? Y para rematar el escenario negativo, a algún asesor estrella se le ocurrió hace poco separar el estacionamiento de estudiantes y el de funcionarios, con lo cual se limitaron nuestros espacios. No cabe duda que aquí, allá y acullá hay seres brillantes.

Me pregunto cómo habrá transcurrido el asunto del Segundo Informe de Gobierno allá en el Ministerio. Espero que bien. Además, ahora con eso de que ya no tiene que ir el Ejecutivo al parlamento como que todo se centra en pequeños datos concretos distribuidos a través de los medios. ¿Quién lee todo el ejemplar? Nadie, ni siquiera los diputados. Quizás sus asesores, pero tampoco hacen una labor así como muy exhaustiva. Pienso esto y comparo mi situación actual. Antes tenía que hacer cualquier tipo de reportes tanto semanales, mensuales y, claro, el anual presidencial y de la dependencia. Ahora no. Según tenemos que hacer uno al término del año y ya. La autonomía, la autonomía...

Me he hecho como seguidor de la página electrónica de la revista Nueva Alarma. Esta publicación es la continuación del aquel viejo ejemplar de nota roja, sangre y expresiones tipo bestial matanza de mujercitos, madre hiena enferma sexual, mocháronle la choya y la clásica de siguiola, atacola y matola (con una pistola, Café Tacvba dixit). El material de la revista ha estado bastante sanguinolento estos días, tal y como está la cosa en el país (cfr. http://www.nuevoalarma.com.mx/alarmaprincipal.html). A la lista de aplastados, atropellados, baleados y demás que ocurren en el día a día, ahora se suman los decapitados, los encobijados y los rematados con el tiro de gracia. De repente sí hay que tener tripa de acero para transitar por sus páginas. Por cierto, en la edición de esta semana comenzaron a poner letras que los lectores deben juntar para después hacerse acreedores de una camiseta de aniversario. Ya llevo la A.