miércoles, agosto 04, 2004

Lo dicho: Murat ganó, Hank ganó y el PRI sigue como dando de qué hablar previo a la cita con el 2006.

En el primer caso, jamás hubo una lucha --digamos-- democrática. De lo que se trató fue de un ajuste de cuentas entre la misma familia revolucionaria peleada por el poder. En términos de Hoffman (Dustin, por supuesto), un "PRI contra PRI", vaya, ni siquiera un "PRI bueno" versus un "PRI malo". Lástima por la gente que utilizan como carne de cañón para sus proyectos personales, en este caso, los que cayeron en Huautla (por la razón que haya sido, los muertos ahí están...).

En contraste, en Tijuana nos sorprende el resultado porque se supone que esa ciudad es como una vanguardia artística del país, sin importar que también sea cuna de muchas maquiladoras y narcotráfico y demás. Para muestra ahí están todos los colectivos de blogs y corrientes de pensamiento con sede en la frontera. No sé qué tenga que decir al respecto el filósofo Heriberto Yépez. Ahora su municipio será gobernado por el hijo de Hank, el mismo que hizo de la teoría política algo más cercano a la mexicanidad al decir que "un político pobre es un pobre político".

Se comprueba que no sólo de San Luis Potosí hacia abajo es Mesoamérica, ¿verdad? Como suelen decir también por ahí: la cultura en México termina donde comienza el consumo de la tortilla de harina...

En Aguascalientes repetirá el PAN. Nada del otro mundo. De hecho, creo que debería ser más promocionada la victoria por los miembros de ese partido porque dudamos que pueda jactarse en el futuro de más triunfos electorales.

Esperamos con ansia los comicios de Puebla (aunque ya sabemos que va a arrasar el partidazo) y Tlaxcala (con la perpetuación del poder de los Sánchez Anaya).

Perro mundo.