miércoles, diciembre 15, 2004

Otro freak para la Galería del Horror

Pasa a mi lado otro freak de la Dirección. Otra mujer, para variar. Una secretaria. O al menos ese es el puesto que dice desempeñar. Exiliada de otra área por problemas con sus homólogas. Ahora parte de nuestra gran familia burocrática.

¿Cómo la reconoceréis? Básicamente, por sus escuálidos pechos al aire. Así es. En efecto. La tipa tiene por oficio comprar escotes pronunciados en sus ropas aunque la temperatura de la temporada sea de seis grados. También tiene preferencia por las minifaldas. Su lema es soy sexy, me veo sexy, estoy sexy. No importa que forme parte de esa gran cantidad de seres que están en la media de la belleza tenochca. Es menor el dato de que, cuando cruza por estos pasillos, sus nuevas colegas tuerzan la boca y digan, uf, aquí viene de nuevo la araña.

Sin embargo, el punto está en la actitud. Es una diva venida a menos. Si le miras los pechos, invariablemente se cubrirá y te observará con un desprecio del tipo qué-me-ves-perverso-pornográfico. Si vas hacia sus escuálidas extremidades lo mismo. ¿Entonces? La clásica mujer fea que se viste dizque sexy y cuya marca registrada es la mojigatería.

Lo anterior sonará a todo menos un blog burocrático. Quizás más a diatriba tijuanense entre semi-divas del terreno virtual. Pero es que una actitud así es y será, por todos los tiempos, deplorable sin cortapisas.

Espero que el Servicio Profesional de Carrera tome en cuenta lo anterior y haga una limpia racial de estos especímenes sin tocarse el corazón.