martes, junio 07, 2005

Burocratas tacvbos

Iremos más allá de lo que consigna la prensa sensacionalista: que si rompieron record con 170 mil asistentes, que si no fueron tantos, que si fueron los jóvenes de escasos recursos, que si el rocanrol no tiene difusión, etc.

Lo cierto es que este concierto organizado por el gobierno del DF pone de manifiesto los alcances de esta acertada política pública de organizar este tipo de eventos culturales para que la gente retome sus espacios públicos y rebasa lo hecho en el Madrid liberado del franquismo.

Este colaborador ya no está en edad de asistir a este tipo de espectáculos, de hecho nunca tuvo la edad adecuada, cuando apenas era un preadolescente me colé con unos amigos mayores que yo al concierto de Queen, después de eso pasaron años para poder acudir al concierto de Rod Stewart en Querétaro y hasta mucho después se hizo costumbre que vinieran los mejores grupos, hasta que los hijos de Zedillo y de su madre hicieron lo propio para que U2 nos vetara de por vida.

Los que fueron me dicen que llegaron como a las cuatro de la tarde al Zócalo, previamente se habían quedado de ver en Bellas Artes, pensando que sería el mejor punto de encuentro con la banda, lo mismo pensaron miles, por lo que en principio estaba más lleno que la plaza de la Constitución.

Caminar bajo los rayos del sol el día más caluros del año fue difícil, pero aguantarlo ya ocupando su lugar en la plancha mayor fué heroico pero necesario si se quería tener un buen lugar, lo peor fué al crepúsculo, cuando el sol empezaba a esconderse y del suelo candente se desprendían evaporaciones a las que contribuían las sudoraciones y exalaciones de los vecinos cada vez más apretujados, lo mejor era hacer un cerco entre los que se acompañaban para evitar perder el escaso medio metro a que se tiene derecho. No todos lo lograron, menos cuando ya estaba todo atiborrado y la gente seguía llegando, lleno Madero, 5 de mayo y demás vertientes no se veía como entraría más gente al Zócalo. Esto provocó pequeñas estampidas, sobre todo bajo los portales, lo que ocasionó la mayoría de los heridos de los que da cuenta la prensa. Por lo demás todo estuvo excelente, la actuación de los tacubos fué de primera y todos entonaban sus rolas, menos los que se dedicaban a chemear- uno hasta traía de esas máscaras que se usan para exactamente evitar inhalar, dándole el uso contrario- más que cualquier droga lo que imperaban eran chavos venidos de todas partes, pero me da la impresión de que más de las zonas conurbadas del Edomex.

Lo mejor fue la salida, si pretendías salir inmediatamente terminado el concierto te arriesgabas a verte implicado en otra estampida, lo mejor era esperar, lo hicieron hasta la media noche y caminando por clazada de Tlalpan o Eje Central, había más gente en la calle que en las horas pico, lo malo es que ya no había transporte y menos al sur, todos parece que iban al norte o al oriente. Al final eso fue lo de menos.