lunes, julio 04, 2005

Should I stay or should I go? (II)

A riesgo de parecerme al voz cero presidencial Aguilar, haré unas anotaciones al post anterior.

Primero. La producción de la A-4 fue buena. Es decir, por supuesto que se veía mejor que cuando montan el programa en el estudio. La Arena Monterrey me pareció un buen lugar para este tipo de actos (imagino que la acústica debe ser también decente). El trabajo de los bailarines arreados por nuestra lectora VIP fue correcto. El punto es que, al final, me pareció que todo fue un concierto, pero de desorganización. Daba la impresión de que ni el Sr. Tacher sabía qué era lo que seguía en el guión. Además, las menciones de los patrocinadores fueron, por decir algo sutil, bastante malas. ¿Cómo creer que el diálogo entre las sritas. Heggy y la otra que no recuerdo su apellido era espontáneo? ¿Cómo considerar que la actitud del padre del Sr. Tacher --que en una primera toma apareció todo agüitado y enfadado por estar rodeado de los norteños-- podía ser festiva y elocuente al anunciar que tenía un coche nuevo del cual pronunció mal uno de sus múltiples aditamentos?

Después --y esto me parece lo más notable-- la aparición del dueño de la televisora con su esposa y su hijo. Aquí el punto radicó en que la conversación fuera de guión que sostuvo con el conductor, repito, con visos de improvisación, fue deplorable: el Sr. Tacher en una actitud bastante zalamera con su jefe al grado de decirle "ojalá yo no pierda la mía (refiriéndose a su chamba)" y el otro diciendo algo así como "no, compadre, aquí que cada quien haga su chamba", al cederle el micrófono el primero al segundo.

Dirán que soy un teleadicto --que no lo soy-- pero en la primera premiación de este programa, realizada en el Auditorio Nacional, al momento de dar a conocer los premios se invitó a varias personas para darle algún toque de emoción. Ahora no. Sólo el clásico formato de que ya les voy a decir quién ganó, a la una, a las dos... a las dos y media... a las... ya merito, ¿eh?, no, ahora sí, el ganador es... ... ... ... ... ... característico de Sr. Tacher. La verdad, si era la premiación de su generación más exitosa, la que ha batido en audiencia a su contraparte de Televisa, pues era para que le dieran otro toque, o que apareciera el mismo Sr. Salinas Pliego dando a conocer el primero, el segundo o el tercero, ¿no?, acompañado del gerente del Banco Azteca o hasta del propio escultor que ganó el concurso del Papa o, ya para vernos más políticamente correctos, de algún representante de la "sociedad civil".

Segundo. Sobre la premiación. Me parece bien que Erasmo haya ganado, es decir canta bien y todo eso. Tiene carisma. Pero, mmmm, no deja de darme esa idea (la del post anterior). Pienso en el poblano de la primera generación que tenía mal sus ojitos y en este muchacho guerrerense. No sé. Creo que lo idea sería que dieran a conocer los resultados en términos de cifras y porcentajes para no dejar ningún cabo suelto. En resumen: exigir transparencia y rendición de cuentas (ja).

Tercero. Tiene razón el Colega. No todos los pozarricenses son guarros. Debe haber un porcentaje alto, pero, en efecto, no son sinónimo de. Así que, ahora sí sonando como Rubén Aguilar, lo que realmente quise destacar es el ánimo guarro del Sr. Hernández (quizás aún no le perdonamos que haya fallado ese gol ante Alemania en el mundial de Francia).

Cuarto. Bueno, ya basta. Hasta aquí esta disertación sobre cosas tan profundamente banales como los programas de la tele. Ya hasta me parezco a Álvaro Cueva.

Quinto. Seguiremos con lo nuestro, es decir con la burocracia y la administración pública.