lunes, julio 04, 2005

Should I stay or should I go?

Hay varias cosas que comentar de estos días.

La primera, la anunciada victoria electoral de Peña Nieto en el Establo de México. Con esa mercadotecnica, con ese derroche de recursos, con ese bombardeo de información, ¿cómo coños no iba a ser --ahora sí-- "Tu Gobernador" el Niño Popis (Manuel Ávila Camacho dixit)? La nota está más bien en el amplio margen que ha existido entre él y el segundo lugar, el cual se estaban disputando ferozmente Yeidckol y el panista pelotudo. Pensé que iba a ser un poco menos dura la derrota de estos dos. Pero no. Montiel debe estar sonriendo de que su imposición se haya alzado con el poder en su terruño y, sobre todo, de la manera contundente en que lo ha hecho.

En Nayarit la cosa estuvo por el estilo. El PRI --representado en los cuatro contendientes a la gubernatura-- volvió a tomar el poder estatal. Ney González, ex alcalde de Tepic, lleva la ventaja con un poco más de 90 por ciento de las casillas computadas. Su principal competidor, un ex priísta ahora bajo las siglas del PRD, estaba a 3.5 puntos de distancia. Algo que ya parece muy difícil de revertir. Sin embargo, decía que aquí las previsiones de las encuestas sí se vieron afectadas. Se anunciaba el triunfo del PRI, claro, pero no por ese reducido margen. En fin.

El punto es que, de nuevo, ese partido logra un triunfo electoral que le eleva la moral, el PRD se está afianzando como la segunda fuerza electoral en algunos estados y el PAN como la tercera. No se prevé un buen escenario de aquí a las próximas presidenciales.

El sábado se rememoró el triunfo electoral de Fox. Se llevó a cabo la cosa esa que llamaron celebración del Día de la Democracia en el Ángel de la Independencia de la Ciudad de México. ¿Cómo podrías resumir este capricho presidencial? Así: ..........

Por otra parte, en cosas paganas, vi el final de La Academia 4. Vaya fiasco. Es decir, la parte final fue todo menos un programa especial en el que se iba a premiar al ganador de todo el proceso. El escenario estuvo muy bien: la Arena Monterrey, toda hecha como copia de sus similares en Estados Unidos, sin embargo, el show fue soso, aburrido, anticlimático y forzado.

La parte en que apareció el líder de TV Azteca, Ricardo Benjamín Salinas, fue todo menos una muestra de la supuesta honestidad de la televisora. Al entablar un diálogo con el conductor, un temeroso y en extremo lamebotas Alan Tacher, se puede uno dar cuenta de lo que sucede al interior de esa televisora: un concierto de intereses, desprecio por la gente y afán voraz por ganar y ganar más. Por algo los del Ajusco han superado a Televisa en tan solo unos años en lo que a producir heces fecales se refiere.

Luego, la premiación. Después de no sé cuántas menciones de patrocinadores hechas de la peor manera y sin ninguna gracia, vino la parte de la entrega de los premios. La verdad, creo que un conductor de esos que se autodenominan "maestros de ceremonia" en las primarias y los quince años de las chicas lo hace mejor. El judío Tacher es el peor higadito apestoso de la historia contemporánea de la televisión. No hubo ninguna emoción, ningún sentimiento de ah, ya viene lo bueno. Fue algo así como, bueno, el tercer lugar es para tal, el segundo para zutano y el primero para el Chalpatlahua.

Ahora, en lo que se refiere a la veracidad de esos premios, me parece que el premio es, más que al buen cantante y futura estrella mexicana, un reconocimiento al inditio bueno y noble de Guerrero. Es decir, ahorita sí, uy, qué bueno que ha ganado Catarino, un premio para nuestros hermanos indígenas porque son a todo dar y además dan el toque folclórico al acto y elevan la credibilidad de la acusada en tribunales norteamericanos TV Azteca. Pero, ¿quién se acordará de él en el 2006? Aquí es donde entra la figura de la verdadera ganadora: Jolette. Sin haber estado ahí, todos los medios resaltaron su peculiar comportamiento e hicieron notar que, sin haber competido en la final, tiene más proyección a futuro que estos seis muy-normales estudiantes y concursantes (ya tiene disco, culebrón, gira y no sé cuántas cosas más aseguradas).

Yo hubiese preferido que ganara Yuridia, a pesar de ser insoportablemente chillona y sangrona. El que ganara Erasmo, repito, es más bien un convencialismo de lo políticamente correcto. El premio al indito bueno, noble y que, por si fuera poco, ¡habla en náhuatl! El otro --el tercer lugar-- es más X que el bajista y el guitarrista de Oasis juntos.

Pero bueno, basta de hablar de tonterías.

Bueno, no. Antes, sobre el otro reality sólo supe que ha ganado la culturosa de boutique Sasha Sokol. Le ganó en el último round al ex futbolista Luis Hernández, con todo y su guarrez de pozarricense.

Aquí el resultado es aún más patético. Todo el dinero gastado por Televisa y toda la producción invertida para que terminara siendo una versión revisitada de La Hora del Loco. Ya para que algo de TV Azteca que no sea deportes les gane en audiencia es porque es demasiado malo para ser verdad.

Ah, se me olvidaba. En medio de la premiación los herederos bastardos de Imevisión (hoy revaloro como nunca aquel canal estatal) dieron a conocer lo que será su versión de petatiux de otra cosa que se llama El Privilegio de Mandar. Una especie de programa de imitaciones en los que los concursantes harán "mofa" y "sorna" de los aspirantes presidenciales.

O sea, no mamar.

Por el bien del país, ya es hora de que le den su programa de media hora al Púas Olivares para que vuelva el espectáculo decente a la televisión nahuatlaca.

Por favor.