viernes, noviembre 18, 2005

Los tipos duros no bailan

Lo que anexo a continuación es lo que mañana debe aparecer en el diario donde colaboro, así que es algo así como una primicia de la Región 4. Asimismo, va un texto de Juan José Millás aparecido hoy en El País. Por cierto, hasta hace unos días descubrí que de nuevo puedes volver a leer las notas de ese diario de manera gratuita. Una buena noticia entre todo este mar de sinsabores.

PS. Leo el comentario de Paco y confirmo por qué es mi colega. Abrazo.



Agenda de riesgos 2006

Los tres principales partidos han definido sus candidatos a las presidenciales del próximo año. Sin demasiadas sorpresas tanto el PRD como el PRI han ratificado a los personajes que enfilaban con mayores probabilidades de lograr la nominación. En el primer caso, López Obrador sigue manteniendo los primeros sitios en intención de voto, mientras que en el PRI Madrazo Pintado ha dado una muestra más de que ese partido sigue siendo fiel a sus usos y costumbres más arraigados. La única sorpresa se ha presentado en el PAN, donde el candidato “oficial”, es decir Creel Miranda, fue echado por un emergente y en ascenso Calderón Hinojosa. Así las cosas, hoy tenemos a la terna de la cual surgirá el dirigente de este país hasta el año 2012.


Sin embargo, los comicios enfrentan diversos retos en el mediano y largo plazo más allá de las nominaciones partidistas. Por la importancia que tendrán en la legitimidad del mismo es conveniente hacer un repaso breve de ellas.

La Cámara de Diputados aprobó recientemente el Presupuesto de Egresos 2006. En este documento se ha establecido un recorte aproximado de mil millones de pesos al IFE (ocho por ciento de la propuesta original). Esto tendrá repercusiones tanto en la operatividad del Instituto como en la ejecución efectiva de algunos de sus programas, en especial el que se refiere al voto de los mexicanos en el extranjero y la asignación de prerrogativas a los partidos. Algunos han considerado a este hecho como la respuesta del PRI y el PAN a las sanciones que les fueron impuestas por el propio IFE debido a diversas irregularidades en la elección del año 2000.

Aunado a lo anterior, el tema del voto foráneo también ha generado controversias. Las expectativas depositadas en esta nueva modalidad de sufragio fueron muy altas al momento de su discusión y aprobación. El punto radica en que la respuesta al mismo ha sido muy baja. Hasta esta semana se habían recibido sólo mil 549 solicitudes para ejercer este derecho por parte de los mexicanos que viven en otros países (700 en Estados Unidos). Algo preocupante si se considera que se había mencionado un probable universo de 4.2 millones de votantes y que el IFE ha enviado 2 millones 52 mil formatos. El costo de cada voto postal (90 pesos) también ha generado comentarios en contra de este hecho.

Uno de los temas más populares y delicados respecto a los comicios del próximo año es el relativo a los dineros utilizados en la promoción de los aspirantes, tanto en las precampañas como en las campañas oficiales (a pesar de que no han iniciado formalmente). En la actualidad existen muchas especulaciones sobre el monto y origen de los recursos invertidos en estas actividades. Algunos medios han contratado empresas que se dedican a monitorear la publicidad aparecida en radio y televisión con el fin de recabar datos útiles para calcular el gasto total realizado. Los resultados han sido impactantes. Millones de pesos para aparecer unos segundos en cadena nacional. Estos informes han sido negados por los equipos partidistas bajo el argumento de recibir precios competitivos por parte de las empresas de comunicación. A nadie satisfacen estas explicaciones. La población cuestiona cada vez con mayor insistencia el exagerado costo que tienen las elecciones en México y, sobre todo, el desplazamiento que el dinero está haciendo de las ideas y los programas.

Durante la década pasada las elevadas cantidades invertidas en los comicios fueron justificadas bajo el argumento de que, al ser un tema emergente, su correcta realización requería no sólo recursos humanos confiables, sino un capital económico suficiente para abarcar todas las zonas del país. Asimismo, las prerrogativas otorgadas a los partidos se incrementaron con el fin de evitar que dinero ilegal o de dudosa procedencia fuese necesario, o bien, para garantizar que los partidos menores pudieran contratar espacios para dar a conocer sus propuestas. Sin embargo, los tiempos han cambiado. Ahora las dudas no se enfocan en el hecho de que la democracia cuesta, algo que todos hemos comprobado, sino en que se está privilegiando el gasto mediático como el principal ofrecimiento político.

Por último (a pesar de que existen más temas), el asunto del tono de las próximas campañas electorales. Si el dinero se ha instalado como el mandón de las mismas, estas se están inclinando hacia el lado de las descalificaciones y las amenazas de forma preocupante. Esto llama la atención porque casi todos los candidatos –si no es que todos—se han pronunciado por “elevar el debate” y “realizar propuestas”. En la práctica es todo lo opuesto. Lo que buscan es ganar votos desprestigiando a sus oponentes. El objetivo no es demostrar por qué se es mejor, quién tiene los mejores equipos o cómo comprobar una mayor experiencia administrativa. Al contrario. El punto radica en señalar los errores y defectos de los contrincantes para conducir al elector a un juego en el que el ideal no es el mejor, sino el menos malo.

Este aspecto deberá ser reconsiderado por los equipos de campaña, sobre todo a la luz de lo ocurrido la semana pasada con la presentación de dos nuevos videos que se sumaron a la larga lista de videoescándalos. A diferencia de lo ocurrido en marzo de 2004, cuando se dieron a conocer las primeras grabaciones de la –al parecer—inagotable videoteca Ahumada, el material presentado el viernes 11 de noviembre tuvo un auge efímero. A ello contribuyó el que no había pruebas contundentes en los videos que fincaran responsabilidades, pero también a que la gente se está comenzando a fastidiar de este tipo de artilugios. ¿Para qué me sirve ver a un tipo con una maleta llena de dinero si no pasa nada después? En opinión de un sector de la ciudadanía, la fórmula se ha desgastado porque no le resuelve sus problemas cotidianos. En contraste, inhibe la confianza hacia los políticos y los partidos, perjudicando a todo el conjunto y no sólo a los involucrados.

Las presidenciales de 2006 serán un ejercicio muy interesante. No sólo por lo cerrado que se ha tornado la competencia a dos meses de iniciar formalmente, sino porque gran parte de nuestro futuro como nación se definirá en la noche del seis de julio del próximo año.



Carta
Juan José Millás

Querido Dios: espero que al recibo de ésta te encuentres bien. Nosotros, mal, como siempre, ahora por un asunto que quizá te interese y que no es fácil resumir en dos palabras. Resulta que una parte de tus fieles pretende que el Estado financie los gastos inherentes a una asignatura de religión. Como son gente muy belicosa, se les dijo en su día que de acuerdo, que las escuelas ofrecerían obligatoriamente esta materia, aunque sería voluntaria para los alumnos. En principio, parecía una solución equitativa, justa, porque ninguna parte imponía su voluntad a la otra. Pero ahora se han descolgado con que a los que no estudien Religión se les penalice de algún modo, para evitar deserciones. No conciben otra forma de difundir tu existencia que a través del BOE, en forma de decreto.

Qué raro que al cabo de los tiempos Dios vuelva a ser lo de siempre: un decreto, un proyecto de ley, una ordenanza impuesta a gritos desde un púlpito radiofónico en el que todos los días se crucifica a alguien en cumplimiento, una vez más, de aquella regla según la cual el crucificado se convertirá en crucificador. Los obispos, que no habían salido nunca a la calle, se han manifestado ya dos veces en lo que va de año, una para exigir a los homosexuales que abracen el celibato, y otra para convertirte en un precepto. ¿Es razonable que individuos que no se movilizan por nada, estando el mundo hecho un cristo (con perdón), se comporten así?
Y muchos piensan que mejor no quejarse porque ahora sólo gritan. Hace poco mataban. De hecho, todavía circulan por ahí versiones de ti en las que apareces como un sanguinario que disfruta viendo inmolarse a los suyos mientras siembran restaurantes, plazas o mercados de cadáveres. ¿Pero cómo va a querer Dios eso?, les preguntas y ellos te aseguran que sí, que eso es lo que quiere Dios, eso y la asignatura de Religión obligatoria. Estas letras, querido Dios, son para pedirte que les envíes una señal de que las cosas no son así (como dice el refrán, cada uno en su casa y Dios en la de todos). Pero no quiero despedirme sin trasladarte un par de preguntas de mi hijo: ¿Por qué has puesto el sexo tan cerca del culo y por qué hay obispos castrenses? Muchas gracias.