HAPY JALOGÜIN
Ahora que todos se desean lo mejor, que se repiten la buena ondez y frases como feliz navida, me toca salir de contreras.
Ahora que nuestros tradicionales scrooge han tirado la toalla (como el buen maese Weber y el Dehesa) me toca sacar la cara por el amplio sector de los aguafiestas.
No es que esté amargado (bueno sí) pero ahora me toca sacar la casta. Para empezar -y sin que se me ofenda nadie- he de decir que por primera vez en muchos años me he pasado de los mejores días en la oficina, sin tener que aguantar las festividades, abrazos (odio que me toquen, odio que me toquen, je je), para bienes, vales mil, y demás congratulaciones acostumbradas, muchas veces provenientes de personas a las que apenas les has dirigido la palabra en todo el año o de quienes la verdad te va y te viene su existencia en en este mundo.
Tampoco he tenido que poner pretextos para no ir al tradicional brindis o a la comida de fin de año, ni para no dirigir unas palabras a los compañeros ni para abrazar a la secre gorda que huele a garnachas de la esquina.
Y todo lo anterior, porque no estuve en la oficina, y porque (a mi parecer afortunadamente), mi jefe es de los más secos entre los secos.
Además ayer y hoy tuve que ir a dos audiencias públicas de tribunales en la materia que ahora estoy tratando, ahí no hay que espérate al brindis o que hoy es navida o día de los inocentes. Nuestro calendario se rige por términos y plazos que fenecen en 3, 4 o 5 días, y nuestras festividades son si ganas el caso y días de luto si lo pierdes.
Así que el calendario Gregoriano nos queda chico, para nosotros el año ya comenzó en septiembre y terminará en julio.
Hoy por ejemplo, apenas esbozamos una sonrisa al ver que una resolución venía a nuestro favor y fué motivo de felicidad no trabajar este fin de semana, y sobre todo que serán nuestros contrarios en el juicio los que tendrán que trabajar si quieren impugnar la resolución. La conversación fué algo más o menos así: salió todo bien, si, ¿esperas que impugnen?, seguro habrá que estar listos, bueno que trabajen ellos el fin de semana, nos toca descansar, bueno hablales a los demás que ya pueden irse de la oficina temprano (son las 5pm), ¿y regresamos el lunes?, no diles que el martes, bueno.
Así que heme aquí en viernes 23 de diciembre, tranquilo y por fin con tiempo para escribir estas líneas, la semana estuvo atareada.
Lo peor de este caso es que ya hice a mis hijos ami forma, ahora en plena temporada navideña, ellos prefieren ver las películas de Burton, como la que da título a este post y la reciente el cadaver de la novia, que a mi me encantó.
P.D.
Bueno, no soy tan secote, va pues, feliz navidad a todos y que se la pasen felices en compañía de los suyos, de los que están y de los que no están.
P.P.D.
Vale, si extraño a compañeros como el maese Weber, sobre todo para criticar los brindis oficiales y los ridículos inevitables en las comidas de fin de año. No extraño la cena VIP de mandos medios que organizaba el DG y en la que cada quien le entraba con su cuerno a mermar aún más el desangelado aguinaldo.
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