lunes, marzo 13, 2006

Perro no come perro

Hoy he asistido a la clínica de especialidades del ISSSTE por el Asunto Reflujo. Inútil sería tratar de escribir alguna crónica más o menos llamativa de algo que todos --o una considerable mayoría-- ya conoce sobre el tema: el burocratismo llevado al extremo como fe radical y razón última de existencia. Por ello, aquí algunas instantáneas en Polaroid.

a) Antes de ser atendido se deben pasar varios módulos para tener sellados los papeles de manera correcta.

b) La doctora que debía atenderme no llegó. En su lugar, el sustituto arribó una hora tarde.

c) El mismo sustituto ni siquiera me tomó el pulso o al menos me pidió que abriera la boca. Todo su diagnóstico consistió en preguntarme cosas sin dejar de aporrear la Olivetti que tenía en su escritorio.

d) A pesar de ello, me recetó más y más pastillas.

e) Afortunadamente, sí consideró necesaria la realización de una endoscopía, la cual consiste en introducir un tubo "del tamaño de una pluma" (espero que no sea como el modelo Le Grande de la Meisterstuck) con el fin de revisar si existe algún daño en el esófago.

f) Este estudio me lo han programado para el 11 de mayo.

g) Al acudir a la farmacia me he ido sólo con la mitad de la receta. La otra parte estará disponible "después del 23 de marzo a las 08.00 horas".

h) Pero antes de dejar el lugar tuve que hacer la siguiente cita con la gastroenteróloga.

i) En un cuarto de cuatro por ocho metros cuadrados, más de 50 personas esperábamos pacientemente nuestra llegada a las ventanillas de atención. La metodología utilizada me recordó a juegos infantiles como el de las sillas, debido a que todos debíamos ir levantándonos y sentándonos de nuestros lugares conforme la fila avanzaba. Algo que, después de media hora, ya no era sino una representación tragicómica.

j) Mi próxima cita está programada oficialmente para --escuchen bien-- el 11 de septiembre de 2006.

k) Creo que mejor haré uso del servicio de gastos médicos mayores.

l) Por cierto, uno de los carteles que están colocados en la sala de espera se refiere a un número "Calidatel". Por supuesto, nadie le hace caso.