martes, abril 04, 2006

Aerocalifornia

Sobre el asunto de la suspensión de vuelos de Aerocalifornia, bueno, el comentario lo enfocaría a que es algo de lo bueno que puede decirse del Ministerio de Comunicaciones y Transportes.

Con viejos aviones DC-9, prohibidos para ingresar al espacio aéreo de Estados Unidos, esta empresa aún seguía operando por la nada despreciable cantidad de pasajeros que obtenía mediante engañosos descuentos de hasta 50 por ciento, claro, a costa de la aventura de treparse en alguno de sus cacharros. Para ilustrar lo anterior, debe recordarse que uno de los últimos despistes en el Benito Juárez tuvo como protagonista a uno de los aviones de esta empresa.

Yo volé dos veces en dicha aerolínea. De ida, sin problemas. Claro, abordas y el avión es como el chimeco del aire, pero el servicio no era tan malo (es decir, cacahuates y alguna bebida). De regreso, la inquietud. De entrada, el avión volando en posición que no era del todo horizontal, es decir con la trompa levantada. Luego, un insistente sonido en la cabina y la súbita salida de humo como del tipo de hielo seco de las zonas de ventilación antes del aterrizaje. Ay cucú. Además, como es chafita la línea, había que tomar la transportación desde no sé qué rincón del AICM para arribar a la sala Nacional.

Ahora que ya tenemos aerolíneas baratas como si fuesen sitios de taxis en la delegación Benito Juárez, pues ya no es tan indispensable la presencia de Aerocalifornia. Volaris, Interjet, A Volar, Gol, Click y demás están saturando el negocio. Por lo tanto, no dudaría que esta resolución, además de estar motivada por razones técnicas indiscutibles, también tuviera algo que ver por la presión de estas nuevas empresas para desplazar a la antigua y riesgosa línea de las tres franjas.