lunes, mayo 15, 2006

Una semana o un debate

Mauricio Merino

Cuando Felipe González fue derrotado por José María Aznar en las elecciones españolas de 1996, declaró a los suyos: "Nos faltó una semana o un debate". Lo recuerdo porque en una campaña electoral el cálculo del tiempo es tan definitivo como la confrontación de ideas. Y en las que ahora están en curso en México faltan todavía siete semanas y un debate. De modo que quien pretenda obtener conclusiones acabadas a partir de los resultados de una encuesta cometerá un error. Acaso podrá observar tendencias y sugerir hipótesis para leer los datos, pero no podrá anticipar el resultado.

Sin embargo, las encuestas nos permiten tomarle el pulso a las campañas conforme se van desarrollando. Son fotografías que, tomadas en secuencia, nos dejan imaginar cómo se han movido los protagonistas (o cómo se han quedado quietos). Y en la que ahora se publica en EL UNIVERSAL se confirman movimientos y quietudes que ya habían captado otras encuestas: por primera vez, Felipe Calderón aparece arriba de Andrés Manuel López Obrador por una diferencia de cuatro puntos, mientras que Roberto Madrazo sigue anclado en el tercer lugar, con cuatro puntos menos de los que había registrado el mes pasado. De tomarse a pie juntillas, esa serie de fotografías nos estarían diciendo que la verdadera contienda por la Presidencia se estaría librando ya entre los dos punteros, mientras que el candidato del PRI-PVEM nunca habría estado tan lejos de ganar.

También es probable que López Obrador haya perdido puntos por la suma de sus desaciertos y de la abundante campaña negativa que se ha desplegado en contra suya. La mayor parte de los analistas coincide en que el error más grave fue el de haber dejado el campo libre a su adversario principal en el primer debate. Y en esta encuesta puede verse que, en efecto, muchos de quienes tenían una buena opinión de AMLO la perdieron: 46% en enero, contra 34% en mayo. Y también perdió, en el mismo lapso, la preferencia del 10% de los ciudadanos sin partido. En cambio, la buena opinión sobre Felipe Calderón se ha mantenido estable, lo mismo que las simpatías que despierta entre los ciudadanos sin partido. De paso, Felipe Calderón se consolidó como la segunda mejor opción entre los electores favorables a Madrazo, con 12 puntos más que quienes optarían en segundo sitio por López Obrador.

Todos esos datos me dicen que el movimiento más importante de esta serie es que López Obrador ha perdido simpatías entre los ciudadanos sin partido, y que buena parte de esos electores potenciales reaccionaron favorablemente ante el éxito de Felipe Calderón en el primer debate. Especialmente en las zonas urbanas del norte del país, donde se concentra la mayor parte de las preferencias por el candidato del PAN y también entre los jóvenes. En el sur y el sureste del país, en cambio, López Obrador sigue siendo el candidato predilecto, con diferencias muy notables. Como si el país se hubiera dividido en dos, los ciudadanos del norte están con Felipe Calderón y los del sur (del DF hacia abajo) con López Obrador. Me pregunto si esa distinción no está planteando también una frontera entre ingresos y conciencias divididas, que estas encuestas no logran precisar. Pero no hay duda de que las regiones con mayor ingreso se están inclinando por Felipe Calderón, mientras que las más pobres prefieren a López Obrador.

Por otra parte, Patricia Mercado aparece por primera vez arriba del umbral que necesita para otorgarle el registro a su partido, mientras que Roberto Campa sigue al fondo de la tabla. Es otro efecto del debate: la primera conquistó una buena parte de las simpatías y se convirtió en una opción creíble, mientras que el segundo perdió aquella oportunidad. Si los partidos grandes no le escatiman el derecho a participar en el segundo debate previsto para junio, esta encuesta nos confirma que muy probablemente Alternativa logre sus propósitos.

Pero todavía es temprano. De ahí que el dato más valioso de esta entrega corresponda a la pregunta: ¿cuál candidato cree usted que va a ganar? El 30% respondió: Felipe Calderón; y el 30% dijo: López Obrador. Tienen razón: faltan siete semanas y un debate.