lunes, octubre 30, 2006

El silencio es el espacio más despreciado por los humanos. Pero desde el silencio se piensa, se habla con la intimidad de uno mismo, se crea, se reza, se sueña, se observa la inmensidad del Universo, la caducidad de todo lo que está vivo. Irónicamente, es desde el silencio cuando se producen los grandes cambios que afectan a la cultura y a la civilización.

Decía el poeta Heine, alemán de los tiempos de Beethoven, que nadie sabe la fuerza que puede tener una persona encerrada en su habitación pensando y escribiendo lo que piensa. Es más poderoso que todos los ejércitos del mundo.

Lluís Foix