jueves, marzo 27, 2008

La Contra

Pier Ugo Calzolari, rector de la Universidad de Bolonia
"La universidad es un tesoro que podemos perder"
VÍCTOR-M. AMELA


Tengo 69 años. Nací en Granarolo Emilia, cerca de Bolonia, y allí vivo. Soy rector de la Universidad de Bolonia. Estoy casado y tengo dos hijos y tres nietos. Me considero progresista. Soy católico practicante. Me encanta leer clásicos griegos y latinos, es mi primer pasatiempo.

¿Qué clásicos le gusta leer?

Homero, Aristóteles, Séneca: Q conforman la identidad europea, desplegada luego en Dante, Shakespeare y Cervantes.

Buen plan de estudios...

Son las columnas de nuestro común patrimonio. Es lo que une a los europeos.

¿La cultura, cemento de Europa?

La cultura... y el conflicto.

¿Por qué el conflicto?

En el mundo antiguo no había conflicto: religión y ciencia eran un todo, había un solo y homogéneo pensamiento. Pero nosotros vivimos en el conflicto. Somos sus hijos.

¿Dónde se origina ese conflicto?

En el cristianismo, al defender la autonomía del creyente ante el poder temporal. De ese contraste deriva Europa. Y, aunque parezca paradójico, de ahí arranca el laicismo.

¿Por qué?

Es un Papa, Gelasio I (siglo V), quien formula la teoría de las "dos espadas": la religiosa y la política. El pensamiento laico, pues, nace del papado.

Que busca defender su propio poder.

Dante invertirá el argumento para defender el poder político frente al poder confesional. La historia europea está atravesada por el conflicto. Esta dialéctica es Occidente.

Yo creía que nos distinguía la ciencia.

La ciencia es hija también de la dialéctica entre opuestos, ventilada en la universidad.

¿Cuál es la más antigua de Europa?

La Universidad de Bolonia, de la que tengo el honor de ser rector. Convenimos que existe desde el año 1088..., pero tenemos indicios de que funcionaba desde años antes.

¿Quién la fundó?

Ni un emperador ni un papa. Surgió, espontánea, como organización de estudiantes.

¡Eso sí es una universidad autónoma!

Tanto es así que en el siglo XVI el Papa conquista Bolonia, que era una comuna soberana. ¡Los rectores de la universidad eran estudiantes! Aprobaban sus normas, se autorregulaban y fichaban a sus profesores entre los mejores sabios de toda Europa.

¿Qué tipo de estudiantes eran?

Jóvenes de familias pudientes. Inventaron incluso un tipo de escritura para manuales de estudio, la littera bononiensis,que agilizaba las anotaciones. Y Bolonia se convirtió en capital europea del comercio de pergamino, hecho con pieles importadas del norte...

¿Está hoy la Universidad de Bolonia donde estuvo la original?

Al principio, las clases estaban dispersas por toda la ciudad, en casas privadas o alquiladas, porches, galerías, patios, capillas... ¡Toda la ciudad era la universidad!

Fantástico.

El edificio actual más antiguo es del Renacimiento, del siglo XVI: cuando el Papa conquistó Bolonia, se construyó precisamente para controlar mejor la universidad.

Y hoy tienen al Estado detrás.

Que hace lo que puede, pero es insuficiente. España e Italia todavía no comprenden que invertir con determinación en conocimiento es nuestra única garantía de futuro. Sin la universidad como eje, un país no avanza.

¿Está preocupado?

Sí. Veo ganar peso al polo científico asiático: esto reducirá la afluencia de cerebros asiáticos a Estados Unidos… que absorberá cerebros europeos. ¡Si no reaccionamos, nos vamos a quedar sin nuestros mejores jóvenes, habrá descapitalización intelectual!

¿Qué propone?

Organizarnos a escala europea, concertar programas de desarrollo. La universidad es un legado precioso de la historia, un tesoro que, si no lo cuidamos, podemos perder.

¿Cómo mimarla?

Dándole autonomía y libertad académica. No para aislarse del mundo, sino para zambullirse en él, para arriesgarse en él.

¿Universidad como oficina de empleo?

Yo soy de ciencias, ingeniero de microelectrónica, y a mis alumnos siempre les he hecho leer a Aristóteles. ¡Si olvidamos nuestra cultura clásica, lo perdemos todo!

Pues me temo que hacia ahí vamos...

Sería un error, ¡nuestro suicidio como culturas latinas! El momento más feliz de la historia, el Renacimiento, sumaba saber científico y filosófico-literario. ¡Es el modelo!

Los jóvenes quieren ganar dinero con lo que han estudiado.

¡Y es muy legítimo! E intuyen, acertadamente, que entenderán mejor el mundo y se moverán mejor en él gracias a la universidad.

¿El plan de Bolonia mejorará las cosas?

La introducción de créditos mejorará la incardinación de la formación universitaria con la investigación y con el mundo laboral. Lo malo: puede haber inflación de cursos con pocos créditos.

¿Cómo ve a los estudiantes?

Les veo buscar sentido a su existencia. Intuyen que la respuesta a las grandes cuestiones de la existencia - el mal, el amor, la ética...- pasa por los estudios humanísticos. Aunque el sistema economicista empuja hacia la técnica, los jóvenes buscan algo más.

Por aquí algunos acallan a quienes no piensan como ellos...

La universidad debe garantizar que en su seno nadie acalle las opiniones de nadie.

Y si unos estudiantes toman a la fuerza un rectorado, ¿qué hace como rector?

Dialogar hasta el infinito, sabiendo que es intolerable que unos pocos interrumpan los servicios al conjunto de los estudiantes. Como le decía: nuestra vida es el conflicto.


Futuro
El paraninfo de la Universitat de Barcelona acoge estos días a todos los rectores de las universidades europeas, que son 350 señores que rigen las cúpulas del saber de este continente nuestro. Ahora han decidido reunirse en Barcelona para conjurarse: quieren ser más influyentes en Europa. Para saber qué piensan, hablo con el rector de la universidad decana de Europa, la de Bolonia, que además da nombre al polémico plan que orientará los destinos académicos de las universidades europeas. La partitura que me lee Calzolari suena bien, pero no sé si la sinfonía será bien orquestada e interpretada, no sé si está escrita para nutrir los espíritus de los jóvenes o los balances de las empresas.