martes, enero 27, 2009

¿Por qué es tan difícil la amistad?

Con los históricos puedes caer en el desgaste, en la incomunicación, en la desidia, en el fastidio y, finalmente, en la destrucción. Con los semi-históricos hay algo aún que no cuaja para que los consideres históricos. Con los nuevos algo falla, siempre algo da al traste después de un arranque prometedor.

Admiro a los que tienen pocos y largos amigos. Ahí tenemos un buen ejemplo de la solidez de este sentimiento. Aquellos que resisten los años y se solidifican con las experiencias.

Deploro a la gente que dice tener muchos amigos. ¿Amigos? Quizás conocidos, compañeros, cómplices, aliados, ¿pero amigos en realidad? Más tardan en alardear de su condición de populares que en quejarse amargamente de alguna decepción.

Aunque es una frase cursi y estúpida y repugnante y vomitiva y que sólo usan los más ingenuos, es cierto: quien encuentra un amigo... (completar).