lunes, enero 19, 2009

Polaroids del Año Nuevo

Creo que no he contado en este sitio la manera en que 2009 me encontró sobre este planeta.

Resulta ser que por una extraña alineación de los astros, este año lo recibí en una habitación reservada para los pudientes (sin que yo lo sea, claro) en el paradisíaco (así dicen los clásicos) puerto de Acapulco. ¿Por qué sucedió esto? Repito que por azares del destino. El caso es que ahí estaba, en el piso 22 de un hotel que, precisamente, el 1 de enero cambió de nombre...

Aquí algunas imágenes que dan fe de lo anterior.



El primer día del año con vista a la Bahía de Acapulco.

La parroquia se dirige a sus nuevos destinos.

Para los que no quieran salir, aquí está el jacuzzi en la habitación.

El mundo visto desde el piso 22.

El fin del primer día de 2009.