Inicio de semana (II)
Mientras escucho una tanto cuanto emotiva canción que pregunta ¿cómo te voy a olvidar? varias veces, escribo lo que viene.
El sábado se me volvió a joder el iPod. Sí, el mismo que la iPod Shop me había cambiado por un problema en la rueda táctil (o click wheel) allá en el mes de octubre de 2008. Bueno, pues resulta que el problema fue el mismo: la tal rueda táctil sólo subía y bajaba en el menú, pero no daba el enter necesario para ingresar a las funciones.
Eso fue el sábado, repito, y me puso mal el fin de semana. El iPod es uno de esos artilugios tecnológicos cruciales en el desarrollo de mi vida cotidiana. Lo llevo en el coche y cuando camino. Si Nietzche hubiese tenido uno seguro hubiese dado más énfasis a su clásica frase de que la vida sin música sería un error. El hubiese dicho algo así como y sin iPod, peor error aún. En fin.
Pero hoy un buen colega de por estos rumbos autónomos le hizo algo y volvió a funcionar, justo antes de que me dirigiese a la tal iPod Shop a reclamar y hacer mi escándalo. Sólo un reseteo y zas, iPod como nuevo.
No cabe duda que, como ya lo dice un viejo adagio católico, Dios aprieta, pero no ahorca, ni siquiera en el tema de las nuevas tecnologías (¿Dios tendrá iPod?, y si es así, ¿qué tipo de música guardará?, ¿tendrá Sympathy for the devil, The number of the beast y otras lindezas por el estilo? Misterios de nuestro mundo).
Y otra cuestión por el estilo.
Resulta que algunas computadoras que conozco --no diré dónde, pero ya se lo imaginan-- habían estado sacando una estrellita sangrona donde Windows nos informaba que la última versión de Office instalada no era original, al tiempo en que nos exhortaban amable, pero insistentemente, a que comprásemos una buena. Al principio, la recomendación aparecía que cada vez que iniciabas, por ejemplo, Word. Después, se instaló de manera definitiva en todo el programa, lo cual, sin quitarle la operatividad al asunto, era como bastante molesto (eso que te recuerden a cada instante que estás fuera de la ley es penoso).
Pero hoy, alguien de por estos rumbos, me ha mostrado una ruta bastante engorrosa y complicada, pero muy efectiva, para eliminar esa dichosa estrellita del monitor.
Dos asuntos solucionados en menos de dos horas. Me gusta eso.
Ahora, en una noticia de último minuto, me he enterado gracias al buen Efrén que Fito Páez y Zoé estarán en la llamada Cumbre Tajín que se realiza en Papantla, Ver., cada año por estas fechas vibrosas del equinoccio. Eso está muy bien. El pero es que ambas se realizarán entre semana, es decir el miércoles 18 y el jueves 19, es decir como si todos tuviéramos ese tiempo valioso para ir hasta el norte de Veracruz.
La Cumbre Tajín está diseñada para gente que no trabaja o para niños pijos que no firman lista de asistencia ni checan tarjeta (sonora rechifla del personal).
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