jueves, marzo 05, 2009

Recuperándonos

Después de la rabieta de ayer, me dispongo a iniciar un día más en esta oficina autónoma.

Ayer el PRI cumplió 80 años. LXXX aniversario del partido hegemónico que condujo los destinos de este país por más de siete décadas. Bueno, aún lo sigue haciendo de manera indirecta, pero al menos ya no están formalmente apoltronados en Los Pinos. Un viejito de 80 con alma de 15, he leído que declaró una militante del PRI en el pueblo poblano durante la conmemoración. Pues que le den su viagra...

Ayer también se dieron a conocer algunos resultados de evaluaciones sobre transparencia en instituciones de educación superior. Como era de esperarse, pocas salieron bien libradas, entre ellas, vaya cosa, la Universidad de Guadalajara, la misma que hace unos meses estuvo en la picota por un lío entre dos tíos que se abrogaban el cargo de rector. La Nacional, la Metropolitana y el Politécnico, dice la misma nota, no salieron muy bien. Sin embargo, la edición de hoy de El Universal trae en primera plana una información con el título de "En el Colmex (El Colegio de México) más opacidad que en la SSP (Secretaría de Seguridad Pública)".

Bueno, eso está bien, es decir que se exija transparencia y tal a instituciones que suelen ser de las más quisquillosas al momento de exigir lo mismo al Estado y sus organismos. Pero, no debe perderse de vista que, como ya bien lo afirmó Max Weber en alguna borrachera, las universidades no deben regirse por principios democráticos, sino meritocráticos. Entonces, en efecto, que se pidan cuentas de lo que gastan los funcionarios y tal, pero no vayan a querer cuestionar cualquier decisión de corte académico que se tomen en esos lugares. Al menos eso pienso. Se suelen cometer bastantes barbaridades en el nombre de la democracia y sus hijitos, entre ellos, la siempre etérea e invisible transparencia.

También ayer se dio a conocer que un trabajador que está asignado a las obras en el Circuito Interior de la Ciudad de México falleció luego de ser baleado por unos tipos que, después de armar un escándalo porque no les dejaban pasar rápido, se bajaron, se liaron a golpes y, finalmente, dispararon contra este señor y sus acompañantes. Un caso más de locura y de festín de la muerte en este Distrito Federal y en el país. Por cierto, ayer también hubo 20 muertos (o al menos ésa es la cifra que se reporta) en el penal de Ciudad Juárez, localidad que por el momento funge como cuartel general del 666 en este planeta. Para rematar, hoy por la mañana alcancé a ver que un diario traía en su portada algo así como que la Cruz Roja ya estaba aplicando protocolos de guerra para actuar en la frontera. Bueno.

Así las cosas por estos días iniciales de marzo del año 2009 del Señor. Viéndolo fríamente, lo del Tuca sería irrelevante. Pero no lo es. Espero que algún día sus vidas de gato se le acaben (nunca lo han echado de un cuadro durante la temporada regular) y por fin lo veamos abandonando el banquillo de Pumas, equipo al que tanto daño ha hecho por su timorato, mezquino, ineficiente estilo de plantearse los partidos.

Tal cual.