miércoles, octubre 01, 2003

Algunos creen que los burócratas seremos eternos. es decir, cuando vamos a una oficina publica o privada hablamos con la señora de la ventanilla o la dependienta, o cuando hablamos a alguna oficina y nos contesta Lupita, creemos que así será siempre. Pero una de las fallas de la burocracia es que se compone de seres humanos que eventualmente se enferman o pueden ser victimas de alguna desgracia.

Hoy es el caso, acabo de enterarme que una persona con la que trabajé hace algún tiempo y que de alguna manera manatuve una amistad, se encuentra ahora en fase terminal, no se, creo que tiene un tumor cerebral, el efecto es que ya ahora no reconoce a nadie y dice puras incoherencias. No he podido ni querido verla, perop talvez en sus alucinaciones continúe contestando telefonos y saludando a sus compañeros de trabajo. Porr su bien espero que así sea y que su sufrimiento sea amortiguado.
¿Pero a quien le importa? En su lugar ya hay otra persona para contestar teléfonos y saludar a sus compañeros de trabajo. ¿Es otro sentido de la eternidad? ¿Una versión burocrática del infierno?