miércoles, octubre 22, 2003

¡Mieeercoles!

Ni modo, a medio camino, es el día que requiere el despliegue de mayor esfuerzo, porque ya está bien entrada la semana, ya no hay pretextos para no avanzar.

Es el día que inevitablemente se tendrán que desahogar los pendientes acumulados el lunes y martes y además los trabajos que se encarguen hoy son para descargarlos hoy, máximo mañana pero no los podemos dejar para la próxima semana. El jefe y el jefe del jefe siempre estarán pidiendo algo.

Hay varios ejemplos. Hoy llega el jefe, que nunca descansa, de una exitosa gira de trabajo por Singapur, vendrá eufórico por los éxitos obtenidos y por la buena imagen del país en el extranjero, lo que en lenguaje oficinesco se traduce en que querrá descargar todos los pendientes y como no se ha ajustado al cambio de horario seguramente estará en su despacho llamando gente hasta las 3 de la mañana.

También se dará el caso del jefe que se va a un coloquio, porque nunca descansa, en algún hotel de avenida Reforma, todos pensarán que será un día de reposo en la oficina, tal vez para muchos, pero no para todos porque estará hablando por celular constantemente, pidiendo oficios, que le manden un fax, que le manden un coreo electrónico, que vaya el chofer por él a las 15 hrs.

Bueno, pues este día estén seguros que sus impuestos están siendo bien aplicados, se gastan eficaz y eficientemente para el cumplimiento de las diversas labores en beneficio del interés público (y luego dicen que no trabajamos).