lunes, octubre 13, 2003

La gente suele exigirle demasiado a sus administraciones públicas en comparación de la forma en que lo hace con los miembros de la IP (iniciativa privada).

El Estado y su personificación, es decir el gobierno, siempre son blanco fácil de todo tipo de reproches por diversas circunstancias de la vida cotidiana: si llueve, el gobierno; si el peso cae, el gobierno; si aumenta el número de suicidios entre los adolescentes, el gobierno; si las chicas no consiguen novio, pinche gobierno; si el camión de la basura pasó repleto, gobierno que no previene nada; si el esposo tiene disfunción eréctil, el gobierno no atiende los requerimientos de salud de los adultos contemporáneos y/o mayores; si el perro de mi vecina ladra y aúlla cada vez que suenan las campanas de la iglesia de al lado, ¡puto gobierno represor!

Pero, ¿qué me dicen de nuestros golden boys?, ¿de los que supuestamente representan la vanguardia mexica?

Pongo un ejemplo: Adrián Fernández.

Sé que no tiene mucha relación con el tema del Sexacional pero... ¿a poco no nos dice nada el que este tipo, con toda una parafernalia detrás, con toda una escudería a su nombre, con toda la prensa respaldándolo en todo momento, es decir con todo el poder de la empresa privada a su favor NUNCA PUEDA GANAR NADA???

Es decir, desde siempre, desde que me acuerdo, a este tipo se le ha calificado como el sucesor de los Hermanos Rodríguez en cuanto al automovilismo nacional. Campañas de tele y radio pasan diciéndonos que Adrián Fernández ahora sí va a ganar y se va a ir derechito a la Fórmula 1. O, bien, carreras van y vienen y el tipo sigue debiéndonos un campeonato o, por lo menos, hilar al menos un par de competiciones exitosas.

Y no es por cuestión de suerte o lesiones o falta de recursos. Veamos, por ejemplo, al joven Montoya, colombiano, que participó en el mismo serial que Fernández hace unos años y que ahora, octubre de 2003, ya corre en los grandes circuitos.

A mí no me gustan las carreras ni el automovilismo. Sin embargo, creo que esto puede ilustrar perfectamente el que la ineficiencia, los sueños nunca obtenidos y la carencia de resultados no son exclusivos de la gente que está dentro y al frente de la administración pública. No. Ahí tienen a nuestros pro-hombres empresariales que siguen alimentando las rutinas del ya merito, del ora sí van a ver y del jugamos como nunca y perdimos como siempre.

Y si no, vean que Fernández no ganó nada este fin de semana en el Autódromo, cuando según él venía “por todo” y “nada más por el primer lugar”.

Ja ja.

Me recuerda a otro tipo mediocrazo que comenzó su carrera con mayor publicidad que la Guevara: Alejandro Cárdenas. Otro petardo que nunca, nunca, nunca despuntó (a pesar de que tuviera detrás a toda la “industria” apoyándolo).

Así que, concluyendo colegas, no sólo de burócratas se compone el reino de los fracasados y los outsiders.

¡Salud Adriancito! Espero que pronto te dediques sólo a lo tuyo, es decir a la publicidad de miles y miles de cosas, y dejes de querer engañarnos con que eres un gran corredor de autos y, sobre todo, que ya no intenten vendernos miles de bagatelas con tu (perdedora) imagen.