martes, abril 27, 2004

Empresarios vs. Inteligenza (y de paso burócratas)

Otro día hablaremos de la impunidad de los medios, ya cualquiera puede decir lo que le parezca y hablar en nombre de quien sea sin la menor responsabilidad, a veces tienen razón y otras (la mayoría) sólo se escudan en el derecho a informar y a expresarse, en fin.

Resulta que uno de tantos columnistas le lleva marcaje personal a la Secretaria de Turismo del D.F., la acusa de intelectual dedicada a sus lecturas y alejada de su materia, lo cual no causaría mayor estrañeza, se pensaría que es una animadversión contra el peje de gobierno o de plano otra conspiración.

Pero lamentablemente nuestra sra. sria. le da razones. Resulta que entre las políticas del gobierno de la ciudad de la esperanza para atraer turismo se encuentran los festivales de cuenteros, las convenciones lesbico gay y el festival de la lectura. Esas propuestas politicamente correctas no tendrían tampoco nada de malo, de no ser porque las mandaron a los empresarios hoteleros, quienes no pudieron siquiera comprender el significado. Negocios e intelectuales no se llevan, ¿cuantos cuenteros acaudalados conoce la sra. secretaria para que se hospeden en el Four Seasons? ¿cuantos empresarios interesados en convenciones lesbico-gay o en festivales de lectura conoce? Negocios son negocios y Zaptero a la Moncloa.

Y eso que tambien a los burocratas nos critican uno y otro bando de ignorantes:

Controversias
DF, "ateneo" del turismo
CARLOS VELÁZQUEZ MAYORAL
EL ECONOMISTA

Desde que Julieta Campos llegó a la Secretaría de Turismo del Distrito Federal hubo una ola de malos presagios entre quienes se preguntaban qué podría hacer una intelectual por el turismo. Hoy todos ellos se han confirmado, ya que la doctora ha hecho muy poco o nada por esta actividad.
El hecho también es que los empresarios que hacen negocios en el sector de los viajes se preguntaban hasta hace muy poco, qué tanto valía la pena criticar o distanciarse de una persona que tiene una enorme influencia en el jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador.

No hay que olvidar que el esposo de Campos, el ex gobernador tabasqueño Enrique González Pedrero, fue padrino político de López Obrador a quien ayudó durante sus año más difíciles.

De hecho fue debido a ese compromiso que nombró a Campos al frente de la Secretaría de Turismo, ya que Enrique Semo había ocupado la Secretaría de Cultura de la que, en todo caso, ella debió haber sido titular.

Del 2000 para acá la dinámica de la señora Campos apenas ha cambiado, todos los días dedica varias horas a la lectura, sigue escribiendo los discursos más importantes de López Obrador y, sobre todo, se mantiene alejada todo lo que puede impulsar el arribo de visitantes a la ciudad.
Un rasgo significativo, en ese sentido, fue su decisión hasta ahora inamovible de mantener un bajo perfil y alejarse, como si fueran el diablo, de los periodistas.

Resulta que luego de dos o tres entrevistas en las que la enjuiciaron duramente por su desconocimiento del tema que supuestamente justifica su salario, la doctora Campos consideró que no tenía ninguna necesidad de seguir tratando con los comunicadores y, sencillamente, cerró las puertas de su oficina.
Ya en lo que se refiere al juego burocrático, de vez en cuando toma la decisión de "bajar del Olimpo" para defender sus puntos de vista y, ciertamente, es una figura moral para López Obrador quien incluso ha cambiando decisiones y hasta revocado despidos a partir de sus comentarios.

Su gran programa o supuesto impulso al turismo ha sido "De fiesta en el Distrito Federal", que pretende atraer turistas del interior de la república invitándolos a disfrutar de los espectáculos y eventos culturales en la capital...

Controversias
Campos y sus "instrumentos" de venta
CARLOS VELÁZQUEZ MAYORAL
EL ECONOMISTA

Si los ejecutivos e inversionistas de los principales hoteles de la ciudad de México ya de por sí están preocupados ante la deficiente actuación de la Secretaría de Turismo del DF, cuya titular es Julieta Campos, la información que reciben periódicamente de ella es, además, todo un ejemplo de falta de estrategia comercial.
A principios de abril, por ejemplo, les llegó un correo electrónico con un boletín informativo incluyendo la lista de los eventos artísticos, culturales y deportivos que se llevarán a cabo en esta capital a lo largo del año.
En realidad es una serie de apenas 11 encuentros que incluye el "Festival de Cuenteros", el "Festival de la Palabra", la "Semana Cultural Lésbico-Gay" y "La Ciudad: un libro abierto".
Nuevamente, como se mencionó en este espacio respecto al patrocinio que autorizó Campos para producir un libro de escritores en el exilio, ninguna persona civilizada podría poner en tela de juicio sus buenas intenciones al impulsar la lectura o el respeto a las distintas preferencias sexuales.
El problema es que en un país donde muy pocos leen, seguramente los congresos literarios atraerán a muy pocas personas; sin olvidar que los homosexuales y lesbianas también son una minoría.
Entonces tampoco hay que ser un literato consumado, para imaginar el azoro de los ejecutivos de los hoteles de gran turismo o de cinco estrellas al descubrir que ésas son las oportunidades de venta que les ofrece Sectur DF.
Más porque la enumeración de los eventos estuvo acompañada del siguiente mensaje:
Anexamos la lista (...) "con el propósito de que los consideren en sus fechas, sus campañas, su relación con sus touroperadores, en sus visitas a agencias de viajes, sus blitz, etc".
Por supuesto es hasta ridículo pensar en el gerente general del JW Marriott, del Presidente Intercontinental o del Four Seasons, por ejemplo, convocando a una reunión urgente con su equipo de ventas, para organizar una campaña de publicidad con el propósito de atraer a los "Cuenteros".