viernes, enero 14, 2005

No pasa nada

Antes del gobierno del cambio, en el Ministerio del Interior se leían y analizaban puntualmente los diarios y los semanarios políticos. También se monitoreaban los telediarios, los programas de debate, las mesas de análisis, así como se escuchaban los noticiarios radiofónicos y se mantenía la amenaza permanente de censura a aquellos comunicadores que osaran desestabilizar a la nación con sus opiniones tendenciosas. Los temas a tratar eran los partidos políticos, las elecciones, los gobernadores, quizás hasta los alcaldes. El poder real.

Hoy, en efecto, todo eso ha cambiado.

Ese Ministerio tiene como principal ocupación velar y vigilar la portada de los discos de los cantantes de moda, o bien, censurar a las voces de mariachis, por ejemplo, el de Las Perlitas de Guadalajara. Los programas de la televisión que se observan con detenimiento son Ventaneando, Con Todo y La Oreja, las publicaciones que importan son Tv Notas, Tv y Novelas y la Revista Óoooorale, y los analistas que se escudriñan por la contundencia de sus afirmaciones son J.J. Origel, Tere La Secretaria y D. Bisogno.

En suma, comparado con el presente inmediato, hasta Esteban Moctezuma Barragán podemos calificarlo de un rudo y bravo ministro del Interior.