miércoles, mayo 18, 2005

Los peores empleos

Alguna vez Bukowski enumeró en uno de sus libros los que a su juicio eran los peores empleos del mundo. De los que recuerdo están los mecánicos, siempre preocupados por encontrarle desperfectos a los coches para cobrar más y más y más. También los vigilantes de los zoos, los cuales tenían que contestar todo el día preguntas de los críos del tipo de "¿las jirafas duermen?". Pero, según él, no podía haber cosa peor que los dentistas. Para Buk ésa sí era la peor de las mierdas laborales posibles. "Mirarle la boca a cualquiera es como verle su agujero del culo", más o menos decía su argumento.

Bueno, pues yo agregaría otra categoría de acuerdo a lo que hemos visto en los diarios en los últimos días.

Uno de los peores empleos debe consistir en custodiar algún penal en el país. Ser empleado de algún CERESO o CEFERESO. Estar ahí debe ser como el infierno, ya no sólo como interno recluido, sino como trabajador. No sólo por las pésimas condiciones de esos centros de "readaptación", sino por el pesado ambiente que debe campear en sus terrenos. Narcos, secuestradores, rateros, defraudadores, criminales en general. Pero también jefes de departamento, subdirectores, directores de área, directores generales y demás estructura burocrática siempre dispuesta a corromperse y a ejercer los rudos oficios del chantaje y la gandallez sobre cualquiera. Todos junto a ti en zonas con menos de 200 metros cuadrados. Vaya faena estar ahí para intentar guardar el orden. Un empleo en el que nadie te da una palmadita en el hombro para decirte eh, muchacho, bien hecho, pero que en cuanto surge un escándalo eres el peor sospechoso y enemigo público de la sociedad.

En términos amplios, cualquiera que tenga que ver con la procuración de justicia o el resguardo del orden en este país debe estar sometido siempre a la paranoia y a la posibilidad de la locura. Es decir, todos alguna vez hemos escuchado historias del tipo "bueno, era un buen agente judicial, pero fue acribillado en la carretera tal...", o bien, "el subjefe de la policía de TalporCual City fue torturado y muerto en el Rancho TalporCual del municipio vecino".

Eso sí que es estar al filo del peligro.

Por eso, desde aquí, mostramos nuestro respeto a los servidores públicos de esas áreas que, pese a todo, creen y hacen bien su trabajo.