miércoles, julio 06, 2005

06-J

Yo conozco varios, muchos así...


Adular al jefe, una táctica en ascenso

Empleados `hacen la barba` para recibir beneficios.

Fernando Pedrero
El Universal
Miércoles 06 de julio de 2005

En México adular se ha convertido en una práctica común al interior de las empresas.

Un estudio elaborado por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) revela que 60 por ciento de los empleados que buscan conseguir un aumento de sueldo, promoción interna o mejores prestaciones y un mejor trato por parte de su superior recurren a este tipo de práctica.


Ricardo Flores Zambada, investigador del ITESM y coautor del estudio, explica que la adulación, llamada vulgarmente hacer la barba , forma parte de una lista de "tácticas de influencia" que utiliza el personal para sacar ventaja a su favor al interior de una organización. Flores detalla que desde su punto de vista estas tácticas incluyen la persuasión racional, la consulta, el intercambio, la legitimidad, inspiración, coalición, presión y la apelación personal.

El también experto en capital humano y administración del cambio organizacional detalla que existen diversas direcciones de adulación, la línea ascendente, que es la que va del empleado al jefe la más frecuente, la paralela, la que se genera entre colegas, y la descendente, que se dirige a los subordinados.

"La mayoría de los empleados utiliza la adulación como una táctica para sacar beneficios personales, no usan la persuasión racional, sino adulan a la persona para sacar provecho", afirma.

Flores añade que el beneficio se refleja, por ejemplo, en días adicionales de vacaciones, permisos especiales con goce de sueldo, incrementos salariales y hasta un trato diferente a los demás empleados.

Refiere que de acuerdo al estudio realizado a principios de año entre 150 empleados mexicanos de todos los niveles, la segunda táctica de influencia (con 40 por ciento ) empleada para beneficio personal es la persuasión racional, es decir, lograr algo bajo el raciocinio o exponiendo argumentos.

"Si no consigues lo que quieres a través de la persuasión racional, tratas de elogiarlo, de adular a la persona y luego pedirle el favor.

"Dices cosas tales como `tú eres mi amigo y eres un excelente jefe`, por ejemplo", cita el académico.

Asevera que quien es más susceptible de ser seducido son aquellos jefes que carecen de carisma, de liderazgo, y son éstos los que caen en muchas ocasiones por los barberos o aduladores, en detrimento de la empresa.

"El jefe que no tiene liderazgo cae mucho en el juego de la adulación, porque carece de atributos personales y se influencia de sus subordinados".

Sin embargo, advierte que los riesgos son graves. Se puede generar injusticia con otros trabajadores y una cultura de adulación a costa de la productividad, ya que en lugar de ascender por méritos se utiliza este medio para obtener beneficios o compensaciones.

Para evitar esta práctica, recomienda poner atención, evitar cualquier muestra de servilismo y enfocarse al desempeño y los resultados.