jueves, agosto 11, 2005

Reflexión en café Internet de calle céntrica enmedio de la lluvia del verano del año 2005 del Señor

El poder es efímero. Podrás tener mucho y por un largo intervalo. Quizás sólo dominas una pequeña parcela, pero igual sientes que Napoleón ha reencarnado en ti. Y mira, ¿ahora dónde estás? Ni siquiera puedes entrar a esa oficina en la que antes sólo tú determinabas quién ingresaba, a qué hora y cuánto tiempo. De un plumazo estás en otra posición. Ni mejor ni peor, no me corresponde a mi decirlo. Pero tú sabes que es muy diferente a la que tenías hace dos semanas. Algo pasó que cambió tus planes. No eran invencibles, lo compruebas ahora. La lealtad ahora se metamorfosea por el lugar común: sirvo a la institución, no a la persona. Ojalá te pudieran ver hace apenas unos días. Por ello, hoy más que nunca las palabras del sociólogo alemán se hacen presentes: pasión y mesura. No siempre puedes tener lo que tú quieres.