miércoles, septiembre 21, 2005

Siempre es lamentable la muerte de alguien. Sin detenernos a juzgar los méritos de Ramón Martín Huerta, se trató de un funcionario encargado de la seguridad pública de este país que debió haber tenido otro final.

Ahora es necesario establecer qué ha ocasionado el accidente en el que ha muerto él y otros ocho servidores del Estado mexicano.