miércoles, abril 12, 2006

Get a life

Como se podrán percatar, estamos aplicando la misma táctica que algunos programillas de la tele: en épocas de vacaciones sólo dan "especiales" o "programas recopilatorios" de emisiones anteriores. En nuestro caso hemos recurrido al famosísimo copipaist, que no es otra cosa que copiar textos que nos llaman la atención de otros lados y pegarlos sin misericordia en este buroblog. Ni pex. Así son las vacaciones. Pero que no se piense mal: aquí estamos en la oficina. El punto es que le estoy metiendo rolas al iPod. Ustedes dispensarán.

O como dice la tipeja esa del culebrón: me tapo un ojo, me tapo el otro, ¡y nada que ver!

Chale.



TED C. FISHMAN, EXPERTO EN DESARROLLO SOCIAL Y ECONÓMICO CHINO

"Competir con China es sucumbir"

Tengo 48 años. Nací en un suburbio de Chicago y vivo en el centro. Me licencié en Filosofía, lo que me ayuda a tomarme los cambios con filosofía. Escribo libros, artículos (The New York Times, Esquire, USA Today...) y doy conferencias. Soy absolutista con los derechos civiles. Soy judío no practicante. Publico China SA, Debate.

IMA SANCHÍS

- ¿Los chinos influyen en mi vida?

- Absolutamente. Mire a donde mire, en su casa hallará algún artilugio u objeto realizado por manos chinas.

- ¿Debemos temer al Gran Dragón?

- Por una parte podemos estar encantados: la mano de obra en China no para de crecer, lo que significa que los precios cada vez bajan más y la calidad sube. Si usted tiene unos ingresos fijos, China le está incrementando la calidad de vida.

- ¿Dónde está el pero?

- Si tiene el tipo de empleo que le puede robar un chino cobrando la mitad de su salario, tiene razones para estar nerviosa.

- Parece ser que eso es bastante común.

- En algunos sectores de la economía europea hay mucha pérdida de empleo por la competencia China. Pero Europa también es un centro de negocios pequeños, creativos y de calidad, y puede sacar más provecho de China que la economía estadounidense.

- ¿Cómo un país pobre y comunista ha llegado a convertirse en el centro neurálgico del capitalismo global?

- Durante el comunismo, China era uno de los países más pobres y humillados del mundo. Los programas de su gobierno mataron de hambre a millones de chinos. Muerto Mao, para la mayoría de la población la ideología comunista estaba en bancarrota.

- Hoy día, en China hay 85 millones de negocios privados.

- Sí, y hace 20 años no había ninguno. En cambio, en EE. UU., que lleva 350 años de economía de mercado, sólo hay 26 millones de empresas privadas. Lo que queda del comunismo en China es un partido con ese nombre, pero en realidad es el participante más interesado en la economía de mercado.

- ¿Es simplista ver a la gran masa de población china como pequeños esclavos sin prestaciones sociales y con salarios ridículos?

- No. Hay un dicho chino: "Si tienes dinero, las reglas no importan; si no lo tienes, debes obedecer". Hoy día China tiene la mayor distancia entre ricos y pobres del mundo.

-... Pues resulta muy irónico teniendo en cuenta que hicieron una revolución para crear una sociedad sin clases.

- La vida de los millones de campesinos chinos está controlada por oficiales del partido. Para escapar de la pobreza, emigran a las ciudades. Trescientos millones de campesinos llegarán a las ciudades en los próximos 15 años. China debe construir cada mes una infraestructura urbana similar a la ciudad de Barcelona para poder alojarlos.

- ¿Por eso China es el país que más cemento gasta del mundo?

- Exacto. En los últimos seis años sólo en Shanghai han construido más edificios que superan las 15 plantas que en toda Nueva York. Si estás construyendo en Barcelona y necesitas acero, cemento, mármol... pagarás el doble desde el último año.

- Vaya.

- Así es, los precios se han duplicado porque China esta construyendo infraestructura industrial, fábricas y carreteras que pueden igualar a la infraestructura europea o estadounidense. Nuestros precios suben porque los chinos acaban con los productos necesarios para la construcción, lo notará simplemente haciendo reformas en su cocina.

- ¿Por qué casi todas las grandes empresas del mundo miran ahora hacia China?

- Porque les ofrece el mejor precio. China no sólo está robando empleo a los europeos, sino también a toda América Latina y Asia. China es el líder de la fabricación barata en todo el mundo y es el lugar perfecto desde el que exportar. Las grandes empresas exigen a sus proveedores precios competitivos, así que todas las empresas, pequeñas, medianas y grandes, se están trasladando a China.

- ¿China es Eldorado del siglo XXI?

- Así es. Además, China tiene una potencia interior de consumo muy alta. La clase media china, hoy muy reducida, ya equivale en cantidad a la estadounidense.

- ¿Qué pasará cuando China pueda fabricar todo lo que se produce en Europa y EE. UU. a mitad de precio?

- Que yo me trasladaré a Barcelona porque actualmente el dinero está en los países pequeños: Taiwán, Singapur, Países Bajos, Dinamarca, Finlandia... Países que saben prosperar a la sombra de los grandes. En 20 años China se convertirá en la economía más grande del mundo y los grandes países deberán aprender de los pequeños.

- ¿Qué cosas deberán aprender?

- A poseer un capital intelectual muy alto, favorecer habilidades que funcionen en todo el mundo. Finlandia, por ejemplo, más pequeño que Chicago, es el líder mundial en móviles. Pero debo advertir algo: todas las empresas que compiten con China acabarán sucumbiendo; ya lo estamos viendo en las economías avanzadas de todo el mundo.

- ¿Qué teme usted del despertar chino?

- En EE. UU. alguna de las empresas más poderosas de internet, como Yahoo, Microsoft o Google, han firmado acuerdos sobre sus contenidos con el Gobierno chino, censurando por ejemplo referencias a la democracia, Tíbet o Taiwán, y cientos de palabras a las que el Gobierno chino es sensible.

- ¿Las grandes empresas están vendiendo la libertad de expresión?

- Hoy en The New York Times he leído que altos cargos oficiales del PC Chino ya jubilados han realizado una queja pública sobre la censura que ejerce el actual Gobierno que destituyó a los editores de un diario muy popular por criticar sus programas de gobierno; todos sus compañeros abandonaron el periódico. Google prefiere el dinero a mantener valores esenciales de nuestra cultura.