viernes, junio 16, 2006

Instantáneas del 16-J

a) Por la mañana, mientras esperaba unas fotocopias, miraba en la televisión a un argentino disfrazado de mexicano, acompañado de varias artistillas (esas sí mexicas) gritar a todo volumen una cosa parecida a "An-go-la-va-a-pro-bar-el-chi-le-na-cio-nal".

b) Como dice Paco, a las 13.59 todo mundo corría desesperado buscando una ventana a Alemania en forma de televisión. Por la calle me tocó ver algunos prospectos de choques que la fortuna echó abajo. Las cantinas, bares y estanquillos llenos a tope (además de fútbol, ayer fue catorcena). Todos y todo con la Selección, diría Coca-Cola.

c) A pesar de que se supondría que el país se iba a paralizar, el movimiento en la calle durante las dos horas de transmisión no disminuyó significativamente. Pude ver muchos coches circular, el transporte público funcionaba a su capacidad normal, muchas personas andaban caminando con una actitud como si el fútbol no importara.

d) Claro, también pude ver las clásicas escenas de gente parada alrededor de una pantalla de cuatro pulgadas en torterías y taquerías callejeras. Por supuesto, vulcanizadoras con todo el personal arremolinado frente al televisor, microbuses sintonizando la radio y otras escenas por el estilo.

e) En el Ministerio dieron el partido en uno de los auditorios. Se llenó, por lo que me dicen. Al principio todos seriecitos. En el segundo periodo sacaron su verdadera identidad con gritos e instrucciones técnicas (es decir, como cualquier mexicano promedio). Yo preferí salirme.

f) El árbitro pitó el final y vinieron los abucheos en el estadio. Tan fuertes que llegaron a la ciudad. Los helicópteros que rondaban Reforma e Insurgentes se quedaron con las ganas de transmitir escenas de locura y exaltación. Como cabeceó Reforma, "quedó en el aire".

g) Escribo esto y pienso en el inciso a. Al parecer, lo que realmente pasó fue que Mé-xi-co-pro-bó-el-chi-le-de-An-go-la.

h) A ver qué pretexto pone el tipejo de las corbatas ridículas.