viernes, octubre 20, 2006

La clase obrera de mi ciudad

Al lado del hotel donde me hospedo estan construyendo otro, de mucho menor tamaño, no obstante es un edificio de 8 pisos, desde la ventana de mi habitación se observa el desarrollo de la obra y llegue hasta a bromear que tratan muy bien a sus obreros pues la hora de entrada es a las 8 a. m., a veces horas antes yo ya estaba laborando o incluso pernoctado haciendo algun trabajo.
Pero hoy fuí a comprar mi periódico, el hotel esta como en un cerrito, así que baje, crucé la calle y me dirigí al puesto de revistas, en la acera se encontraba un carrito - lo he visto varias veces- en el que venden unos tacos, creo que de cochito, como le dicen aquí al puerco, lo hacen deshebrado en salsa roja; por lo que estuve tentado a probar uno, pero me arrepentí.
Cuando regresé, al rededor del carrito se arremolinaba un grupo de obreros de la construcción, todos del mismo tipo, de apenas 1.50, morenos, de cara redonda, no podria definir la edad, como 20 pero parecen niños. Evidentemente no son de aquí, son centroamericanos, ya me habian dicho que tiene fama de buenos trabajadores y es mano de obra barata.
Osea que en este extremo del país se repite un poco la historia de lo que sucede en la frontera norte, dicen que en Tapachula es peor, ahí si hay maras y todos lo problemas de la frontera, pero hay otro pueblo, Ciudad Hidalgo, que ya hasta le dicen la tijuana del sur, ahí si es tierra sin ley.