FC Sex D' Bur
Hemos descuidado uno de los temas que más le atraen a este blog: el fútbol, ya sea el nacional o de allende nuestras fronteras (como dicen los políticamente correctos comentaristas de la televisión local).
Por un lado, los que sólo tenemos cable nos hemos quedado con las ganas de ver los partidos de la liga española. Ahora sólo los dan por Sky. Así que, si es un sábado por la tarde normal y uno se acerca a los canales deportivos --Fox y ESPN-- sólo podrá ver algún encuentro del tipo Dallas Fire versus Columbus Patriots, o bien, al ya infaltable PSV contra algún equipo municipal holandés. Claro, también están los multicolores encuentros argentinos, narrados --pero por supuesto-- con ese toque cotorrón que sólo los pamperos les dan a sus partidos. Si uno sintoniza Fox Sports Argentina pensará que un Chacarita versus Nueva Chicago tiene casi casi el mismo nivel de dramatismo que esa final de la Champions disputada entre el FC Barcelona y el Chelsea.
Bueno, por otro lado está el asunto del buen paso de los nacionales por tierras sudacas. Tanto Pachuca como Toluca están a un tris de disputar la final de ese remedo de la Libertadores que se llama Sudamericana. A parte del nivel futbolístico, la diferencia entre ambos torneos es la marca patrocinadora (o espónsor, como le dicen por allá). Es bastante curioso cuando, por ejemplo, dice la voz presentadora: Copa Nissan Sudamericana presentada por... Nissan. Joder. Pues ni modo que por Toyota, ¿no? En fin.
Si alguno de los dos cuadros mexicanos que están compitiendo logra ganar la Copa, creo que tendríamos más argumentos para afirmar que se ha dado ese último e inconseguible paso que le falta al fútbol nacional para ser carne (como le pasa al pulque). Cruz Azul estuvo a un tris de lograrlo y Pumas, bueno, Pumas también. Ambos en La Bombonera y los dos frente al CABJ. Por lo tanto, por estas fechas estoy también con los tuzos y los diablos rojos en su aventura por el coño sur.
Por esta su casa que es el país que escribe su nombre con la equis, el fútbol doméstico se ha metamorfoseado en eso que se llama Liguilla: un torneo más corto en el que los dizque mejores de la competencia se enfrascan en una lucha de ida y vuelta para lograr el campeonato. Como esta fórmula ha garantizado harto dinero y harta emoción para los locales y, sobre todo, para la Federación, pues también se han inventado algo así como una serie de reclasificación --o repesca-- en la que, cuatro equipos no tan buenos, tienen que disputar entre ellos los últimos dos lugares disponibles para acceder a la "fiesta grande".
El asunto es que esto ya es, en sí mismo, como patético. Para demostrarlo, el ejemplo del Toluca: terminó cuarto general, está en semifinales de la Sudamericana y tiene que medirse ante Jaguares de Chiapas para estar entre los ocho mejores. Esto es una muestra fehaciente de que el sistema utilizado en México fomenta todo menos la justicia futbolera. Por debajo de los choriceros hay como cuatro equipos con menos puntos que pasaron directo a la fase final del campeonato. Tiene razón el Tolo al reírse frente a estas incoherencias.
Pumas cerró bien, pero eso no exenta que no recordemos los 16 partidos infames que nos dio hasta antes del domingo 12 de noviembre en el Olímpico Universitario. De hecho, pienso que después de la goliza que le metieron a los Tigres el Tuca les debió haber puesto una regañiza de tintes bíblicos a los muchachos porque se salieron de su esquema, ese que consiste en meter un gol, espantarse y echarse para atrás los 11 del grupo a defender ese mísero logro.
Dicen los comentaristas que Pumas puede ser el caballo negro de la competición. Nuestro corazón dice que ojalá, pero nuestra razón refuta diciendo que en el fútbol mexicano todos son espejismos: la única constante es que la mediocridad campea sin fijarse en estatus, colores, ciudades y tradiciones. Todos son malos. Un día el Guadalajara va y le gana a Vélez en su campo en un torneo internacional, y luego va a Veracruz Beach a perder por voltereta frente a los deudores escualos. Toluca está a un paso de llegar a una final importante y el Monterrey le mete dos en el Tecnológico. Necaxa, el equipo de donde saldrá el próximo técnico nacional, ni siquiera ha calificado a la ronda final. Cruz Azul, el equipo que sumó no sé cuántos partidos sin ganar, resulta que al final del torneo es el líder general. San Luis, a un pasito, segundos, de irse a la Segunda, fue el finalista --y por un pelín casi campeón-- de la Liga Mexica pasada (o Liga de las Américas, como la llama sangrona y pretenciosamente el Récord). ¿Entonces?
Para rematar diré que siempre es bueno tener fútbol en las pantallas de nuestros televisores porque se presta para el solaz, la tomadera y la relajación. Ya mañana llegaremos temprano para ver a los chicos del (Pi)Ojitos Meza por tierras brasileñas y el jueves para observar a los de Gallego en aquel estadio que algún día sirvió de campo de concentración para el régimen de Pinochet.
Mientras tanto, conformémonos con el tema de hoy: ¿dónde tomará posesión Felipe de Jesús Calderón el próximo 1 de diciembre?
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Y vio el burócrata que era bueno.
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