lunes, febrero 05, 2007

5 de febrero en el Nacional Palacio

Así es, después del desaguisado provocado por este afán de blogger.com de mandarnos a todos los que tenemos alguna cuenta en su sitio a la nueva versión, la cual está padroteada por el mega-consorcio Gúgl, ya hay un poco más de ánimo para comentar lo que viene.

Hoy estuve en el Nacional Palacio para el asunto del CL Aniversario de la Constitución de 1857 y del XC Aniversario de la Constitución de 1917. Después de dar una verdadera vueltota desde la salida del subterráneo hasta la entrada que te otorga el acceso al Mariano Patio, la cual estaba rodeada de cualquier cantidad de vallas y de agentes del Estado Mayor Presidencial, pude ingresar a ese recinto mítico de la política mexicana. Una vez adentro pues ya vi que se reunió buena parte de la clase política actual. En el presidio estaban varios gobernadores (Peña Nieto, Cárdenas Batel, González Parás, Patrón Laviada y, claro, cómo no, Marín Torres), el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el consejero presidente del Instituto Federal Electoral, el ministro del Interior, los presidentes de las cámaras de Diputados y Senadores, y el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia. Un poco más abajo, en primera fila, andaban la esposa del presidente, la ex fiscal electoral María de los Ángeles Fromow (la cual es, sin duda, la política más guapa y más buena de toda la comarca), la ex ministra de Exteriores Rosario Green y así, más y más nombres que iban de lo más alto a lo más común (como nosotros, los burócratas normales).

El acto estuvo marcado por una cosa: el frío. La verdad, sí se sentía bastante fuerte la onda gélida con la que despertamos esta mañana. Algunos --como yo-- creímos que se despejaría conforme avanzaran los minutos, pero erramos. Así, varios tuvimos que soportar el clima con verdadero ahínco, pero sobre todo, con patrio ahínco. Otra cosa bastante notable fue la indumentaria de los invitados. González, gobernador de Nuevo León, ataviado con abrigo que lo hacía ver como político norteamericano, mientras que Ruiz, gobernador de Oaxaca, cual si fuese Jefe de Departamento de Compilación del Orden Jurídico Nacional. Y hablando de esto, por ahí también pudimos ver a otro funcionario que andaba con una gorrita que nos recordó mucho al estilo del gran Nacho Trelles. Las infaltables chicas sexys que nunca faltan a estos acontecimientos, aunque ahora un poco más tapadas por el clima imperante.

Sin embargo, lo que más llamó mi atención fue la actitud del susodicho Marín Torres. Vaya cosa. Primero, cuando bajaron de haber firmado no sé qué declaración importante, venía platicando "muy ameno" con Peña Nieto. Éste último con cara como de ah, sí, bueno, luego me hablas en la semana y comemos, ¿no? Luego, cuando andaba buscando su lugar todos los que coincidieron en el flanco que le tocó al señor ponían expresión como de que no me vaya a tocar junto al pechocho. La verdad, es una mezcla entre necedad y cerrazón el comportamiento de este poblano: todos le rehúyen, es difícil que alguien quiera ser su amiguito y éste, en lugar de aceptar su caída de la gracia de la gente y de los políticos, se aferra más a querer fingir que las cosas van normales. Algo así como, ah, miren, qué chido quedó ese pendón, laralá, laralá...

Para ilustrar un poco más lo anterior, después de que Beltrones terminó su discurso, el cual fue --por cierto-- como bastante incendiario y algo falto de memoria del pasado priísta que lo determina, todos le decían palabras de felicitación discretas, pero al pasar junto al gobernador de Puebla éste le extendió la mano con el afán de que lo saludara ad hovum (expresión latina para denotar que algo es a fuerza). El sinaloense lo miró con cara de uta, ya qué, y le dio un gélido gracias. Cuando pasó el presidente Calderón, lo mismo.

En fin. Así son estas cosas de la nacional política. Ya después fuimos a pasar lista de asistencia y nos detuvimos un poco a la entrada del Nacional Palacio para observar el desfile de personalidades y, sobre todo, el comportamiento de estos en su hábitat. La Fromow, repito, vaya, qué guapa es. Lástima que lo sabe y se comporta como semi-diva.

A esa hora no sabíamos el saltimbanqui que había protagonizado Fernández Noroña --vocero del PRD-- en la entrada del Nacional Palacio unas horas antes. Resulta que fue, se bajó del taxi, lo agarraron los del EMP y le hicieron "patita de puerco", como según él mismo declaró a la radio por la tarde. Detrás de las vallas había alrededor de 30 o 40 personas con sus cacerolas entonando algunas arengas contra el presidente y a favor del que se dice presidente "legítimo". No pasó nada.

Pensé en dirigirme a El Popular a por el café matutino, pero mejor me enfilé rumbo a mi hogar. Ya vendrán nuevas ceremonias cívicas y más cotilleo buro-político.

Mientras tanto, a adaptarse a esta nueva versión de blogger.com, la cual no acaba de convencerme. Chale.