viernes, marzo 02, 2007

Notición

¡Bueno, hombre, ya nos merecíamos una buena noticia!

Resulta que hoy que he ingresado a La Vanguardia de Barcelona, uno de mis diarios favoritos (aún por encima de El Guardián, ja), he visto que la excelente sección de "La Contra" YA CUENTA CON ACCESO GRATUITO POR INTERNET.

Albricias.

Y todo gracias a un patrocinador que dice llamarse "Abertis Infraestructuras". Perfecto. Vaya un anuncio de Albertis Infraestructuras desde aquí (ni idea de qué vendan o quieran u ofrezcan, pero ya por el sólo hecho de respaldar el que los simples mortales podamos leer "La Contra" sin pagar nada merece, como diría Pepe Pepe, un aplauso para el amor...).

Así que hoy, martes 2 de marzo del año del Señor 2007, volvemos a consultar estas entrevistas que en ocasiones son más aleccionadoras que varios ensayos juntos. Dale.



JORGE SEMPRÚN. EX MINISTRO, SUPERVIVIENTE DEL HOLOCAUSTO, ESCRITOR
"El frentismo todavía lastra a España"

LLUÍS AMIGUET

Tengo 83 años: tengo menos tiempo y además el que me queda pasa más deprisa. Nací en Madrid: lo he visto crecer, pero vivo en París. Llevo 50 años casado con la misma mujer: tenemos dos hijos, nietos y hasta bisnietos. Dios no es, pero existe mientras exista el hombre y lo necesite. A España la lastra el frentismo; a Francia, la desgana.

- Con los años, a menudo, recuerdo una cita, bellísima, de Scott Fitzgerald...

- El gran Gatsby: talentudo y decadente.

- "Lo propio de una inteligencia auténtica es que sea capaz de funcionar sobre hechos contradictorios...".

- ¡Qué difícil!

-... Y uno de sus personajes - y cito de memoria- añade: "Habría que saber que las cosas no tienen remedio y estar, sin embargo, dispuesto a cambiarlas".

- Es suficiente para seguir viviendo.

- Pero no para fundar un partido y que te sigan las masas.

- Usted lo sabe mejor que nadie.

- Me eduqué en el leninismo, que tan sangriento ha demostrado ser, incluso en su última versión tropical, y he llegado a ser un reformista radical.

- ¿Cómo nos ve Francia?

- Francia siempre ha mirado a España, ese vecino atrasado y adicto a las dictaduras, con condescendencia o con hostilidad, pero hoy habla con simpatía y hasta con sincera admiración del "modelo español"; sobre todo los más jóvenes.

- ¿Y cómo se ve Francia a sí misma?

- El modelo centralista jacobino está agotado y el país languidece.

- Aquí sobra energía y no toda positiva.

- Eso me preocupa: el frentismo lastra España con ese pensamiento dogmático que alimenta la bronca diaria... A España la lastra el frentismo; a Francia, la desgana.

- Royal y Sarkozy tampoco se tratan con cortesía versallesca.

- Pese a todo, se nota que en Francia hay un centro moderador que aquí falta.

- ¿Por qué la obsesión frentista hispana?

- Porque la derecha española ha sido educada en la creencia de que el poder era suyo por derecho divino y ese dogma se ha estrellado una y otra vez contra la complejidad ideológica y la diversidad territorial de este país apenas vertebrado por su burocracia.

- Pues el PP tuvo nueve millones de votos.

- Pero sus dirigentes no han entendido que a veces servir a tu país consiste en estar en la oposición, y eso no es una conspiración, sino el fundamento de la democracia.

- La izquierda también tiene sus dogmas.

- Y yo, desde París, a veces me pregunto qué podría hacer para evitar los choques de los dos trenes frentistas en España.

- Sería una contribución.

- Una unión de pensadores dialécticos.

- Suena a rojazos.

- Es instrumento insustituible para entender lo que pasa. El pensamiento dialéctico es consciente de que la realidad no se comprende desde el dogmatismo, sino desde la contradicción; sabe pensar a la vez dos cosas contradictorias, porque la realidad también lo es.

- Eso no es nada español.

- Ése es nuestro drama: o Balmes o los comecuras. La tradición filosófica española es dogmática de izquierdas o de derechas, excepto el pobre Ortega, que ya está superado.

- Y la realidad exige contradecirse.

- A cada paso.

- Y ahora ¿no me va a criticar al Gobierno?

- A la política exterior de Zapatero le ha faltado ambición europeísta. Ese enorme caudal de crédito político que se ha ganado "el modelo español" por sus éxitos económicos y de integración...

- No sabía yo lo de la integración.

- Sí, en París y en Alemania, adonde viajo a menudo, se me comenta con admiración cómo España ha sido capaz de integrar diez millones de inmigrantes.

- Más que la Alemania de posguerra.

- Y mas rápido: sin grandes tensiones, con flexibilidad y generosidad.

- Al menos de momento...

- De momento, el modelo francés ha demostrado ser mucho menos integrador. En fin, que ese prestigio español no ha sido capitalizado para conseguir una posición internacional más influyente...

- ¿Influir para qué?

- Para sacar a Europa del atasco tras el no francés y holandés a la Constitución.

- ¿España podría influir tanto?

- Hemos echado de menos un papel más decidido, más relevante y más activo de España que podría haber liderado una salida al atasco institucional de la Unión.

- ¿Por qué Francia votó no?

- Fue el no del cabreo unido desde el lepenismo ultraderechista hasta la extrema izquierda y el leninismo.

- Es más fácil rechazar que construir.

- Por eso el no ni ha sido capaz de articularse en formación política estable ni de presentar candidato a las presidenciales.

- ¿No se movía Bové?

- En los sondeos, Bové no ha llegado ni al uno por ciento. Por eso soy optimista respecto a Europa: el no se desvanecerá.

- Pero nadie construye el sí.

- Aún falta el liderazgo europeísta que volverá, estoy seguro, a aparecer. Y no me refiero al carisma de los fundadores, sino a los pragmáticos de la última hornada europeísta... ¿Dónde está ahora un Kohl, un Mitterrand, un Brandt, un Palme...? Esperemos que ese espíritu se reencarne pronto...

- Y vuelve el nacionalismo económico.

- No se deje engañar por el espejismo. En realidad este nacionalismo es agónico; son los últimos estertores de las empresas estatales antes de dar paso al nuevo orden europeo.

- ¿Y eso es bueno para los que viajamos en cercanías?

- ¿Qué más nos da que una empresa sea italiana, alemana o española? Lo que hemos de conseguir es que dé buen servicio al ciudadano y buenas condiciones a sus trabajadores.