sábado, abril 14, 2007

La vida después del temblor

Así es, pues ya un poco más recuperados del impacto de este movimiento telúrico que, para acabarnos de joder, se ha registrado en la madrugada. Hombre, al menos nos hubiese dado oportunidad la naturaleza de remplazar nuestros pijamas de corazoncitos y camisetas de Piolín por algo más presentable para correr hacia las calles aledañas.

El tema ha dado para conversación entre los capitalinos todo el viernes. Que si dónde te pilló, que si qué hiciste, que si tal por cual. Válvulas de escape al nerviosismo, en general.

Por lo que he leído en este buroblog, al colega Paco no le han tocado las ondas de este bamboleo originario de la de por sí bamboleada zona de Guerrero. Allá, como presagio, se habían estado registrando en los últimos días unas olotas del tipo tsurimi, es decir a las que les faltaba algo así como un grado para llegar a ser tsunami. Claro, también ha estado como bastante agitado aquella entidad con eso de tanto levantado, encajuelado, balaceado y demás.

Según el GDF, hay 25 edificios dañados en la ciudad. Unos están, oh paradoja, en la Condechi. Pienso, por ejemplo, en el Efrén, quien tiene su piso en Narvarte, pero por ver en su recibo de pago que dice "Condesa" (y, sobre todo, por llenarse la boca cuando dice "vivo en la Condesa") no le importa pagar renta y, además, ubicarse en una zona proclive al derrumbamiento por la vejez de los edificios que ahí se hallan. En fin.

Aunque, claro, siempre queda esa vieja y buena excusa de afirmar que cuando a uno le va a tocar, le toca. Simple y sencillamente.

Así las cosas, colegas. Ahora la ciudad está en calma. Esperando el verdadero Big One que arrasará con gran parte de este conglomerado enloquecido de gente, coches, estructuras y demás que ha abusado de manera terrible de las bondades que la naturaleza se ha permitido darnos en nuestra loca carrera contra lo efímero.

Por lo pronto, vuelvan a poner la rola de Chicho Ché, el obrero de la cumbia. La misma cuyo eje y preocupación fundamental es esa pregunta que va de lo mítico a lo científico como quien cruza el límite de la delegación Cuautémoc y Benito Juárez:

¿Dónde te agarró el temblor?