Nueva Generación

Bueno.

La verdad, me ha dado como mucho gusto leer varias noticias relacionadas con jóvenes mexicanos y premios internacionales en los últimos días. Primero, los chavales que ganaron la olimpiada de geografía (o algo así) en Estados Unidos, luego los estudiantes de la Prepa 5 de la Universidad que captaron algún tipo de evento en el cosmos con el reconocimiento de la mismísima NASA y, finalmente, los chicos que fueron a Suecia a traerse su premio por algo del agua. Excelente.

Es decir, me parece muy bien que las nuevas generaciones den la cara por este país, que logren reconocimiento mundial y que nos demuestren que las cosas que se presumen como aburridas --como el estudio, la dedicación y la disciplina-- también dan asaz satisfacciones.

Qué bien que no sólo los futbolistas logren guirnaldas de olivo (bueno, es un decir en el caso de los jugadores nacionales) para nuestro palmarés como nación. También, qué bueno que estos chicos obtengan premios y sean más famosos que uno que otro culturosillo mariguano pretencioso, que ni siquiera sabe escribir un párrafo de manera correcta y sin faltas de ortografía. Me da gusto que rocen la gloria estos muchachos sin que tengan que hacerlo a través de lo ilícito o lo meramente comercial (estoy al borde del llanto, de hecho...).

Y, hablando de nuevas generaciones, pues ayer comencé un nuevo ciclo escolar en la Universidad. Un grupo de estudiantes ha ingresado a la educación superior y a mí me tocará el honor de guiarlos en una de sus primeras asignaturas. Espero hacerlo mejor que en el anterior semestre --ya con un poco más de experiencia-- y ayudar, en la medida de lo posible, a seguir creando esos cuadros que nos saquen de la condición de país en vías del subdesarrollo.

Pero vuelvo al tema de los jóvenes ganadores académicos. En serio me da mucho gusto. Es decir, luego cada patán y cada farsante logran la fama que, bueno, joden el hígado y la bilis más de lo que la pravastatina y el paracetamol pueden hacer en un organismo normal. Así que, desde este buroblog --que es champú y acondicionador al mismo tiempo-- les mandamos nuestro reconocimiento y nuestra exhortación a que sigan por ese camino.

¡Adelante!