Mi espacio

Pues aquí estoy, bien aburrido y todo, intentando escribir algo interesante para sonar interesante.

Esta frase me sale porque he estado visitando varios myspaces de gente que conozco, los cuales me llevan a otros de gente que medio conozco y tal. Como he escrito en otras publicaciones de este buroblog, digan adiós a la era del CISEN: ahora para conocer la vida privada de las personas sólo hay que encontrar una hebra en internet que nos lleve a donde él o ella, de manera autónoma y desinteresada, nos cuente qué está haciendo, en qué piensa, en quién cree, dónde se reúne y todas esas cosas que nos llenan el espíritu a la gente chismosa. Algo así como un auto-sabotaje, con pelos y señales. Además, también vienen fotos. En algunos casos, buenas fotos.

Se acabaron las fichas de la DFS que guarda el AGN (Dirección Federal de Seguridad y Archivo General de la Nación). Lo de hoy son los referidos myspaces, hi5s, blogspots y demás parafernalia del exhibicionismo virtual. De hecho, esta bitácora también funciona como tal. Es más, creo que pronto abriré un myspace, pero primero bajaré la panza para no aparecer como un adefesio y pueda unirme a esa caterva de chavales de 18-25 años que inunda dichos lugares con sus elucubraciones.

Tengo 31 y a veces siento que ya no me coloco tan fácil en varios sitios. Pero ahora que veo el myspace de un ex colega me digo, bueno, todavía se puede (él tiene 32 y ya está casi calvo... yo aún me defiendo).

Se me ha vuelto a antojar una cerveza. Tengo como el mono del alcohol.

En fin.